(PR/Norma Migueles) Carne de calidad, buena leña, paciencia, es una fórmula ideal para lograr un buen asado y si se le suma experiencia, es posible lograr un primer premio en un concurso de asadores. Este tradicional manjar de la gastronomía, también forma parte de la divertida costumbre de los argentinos de competir y así aparecen en distintos puntos del país los concursos, en los cuales vecinos y vecinas de esta ciudad han logrado el meritorio halago de ser los mejores.
Christian Santillán, es asador por tradición y transmisión generacional: su abuelo, su padre y él mismo ha participado en varios concursos de asadores, logrando hace poco de un mes atrás el 1er premio de asado a la estaca.
La premiación la logró en el festival “Tradición es Vendimia”, evento realizado en Junín de Mendoza desde el viernes 8 al domingo 10 de noviembre, en el parque recreativo Dueño del Sol, con una propuesta que reunió excelente gastronomía, espectáculos artísticos y la inigualable sensación de comenzar a celebrar la Vendimia.
Christian y su compañera, la chef Gaby, oriunda de Villa María, participaron previamente en un concurso realizado en Santiago del Estero, logrando el segundo premio y así fue que los invitaron para ir a Mendoza.
Sin mezquindades comparte los secretos aprendidos a lo largo de los años, asegurando que la mejor forma de asar un costillar es “poner el costillar contra el viento, para que le dé la llama y, salar a punto con una salmuera. La leña es importante y más sana porque no larga gas, es conveniente usar quebracho blanco o espinillo, da buena brasa, buena llama y da un aroma especial al asado”, confió.
Ya reconocido por los venadenses, convirtió la práctica en profesión y lo contratan para eventos familiares y sociales, “es mi profesión y me gusta mucho. Desde hace 8 años voy a las competiciones, hasta donde me da el bolsillo, porque hay que viajar a veces muy lejos. Si bien ahora se usa la modalidad de que los organizadores ponen la carne y la leña, y luego de las premiaciones las venden”.
Al momento de hablar de su amor por las brasas, Christian indica que, en su familia, sin distinción, hombre y mujeres asan. “Mi abuelo era el asador de María Teresa, el pueblo donde vivía, mi tío siguió en su lugar cuando se retiró y mi papá también asaba, así que yo seguí la tradición familiar”.
En su recorrido por los concursos Christian ha cosechado varios premios, de hecho, el primero que logró fue un segundo lugar de mérito en la Fiesta de la Estaca en Venado Tuerto, que también ya forma parte del calendario de eventos de la ciudad.