(PR) Desde el bloque Ciudad Futura se concretaron una serie de presentaciones en las últimas sesiones del Concejo, con el objetivo de atender la situación de los recuperadores de residuos urbanos que trabajan a diario en el basural.
En ese sentido, el concejal Bruno Taddia señaló su intranquilidad por las cuestiones ambientales. “Nos preocupa mucho la cuestión integral del ambientalismo, hoy hay un montón de gente que ya está haciendo ese trabajo y por eso nosotros decimos que tenemos que avanzar hacia una política de reciclaje con inclusión social”, manifestó y agregó: “Hay un montón de cuestiones en relación a la Planta de Tratamientos, entendemos que toda esa política pública se tiene que incorporar progresivamente a todas las personas que hoy ya brindan un servicio ambiental, es decir, los recuperadores urbanos. Hay más de 100 personas que van de lunes a sábado al basural y sacan, limpian y recuperan kilos y kilos de residuos”.
Aumento de recuperadores
En 2019, la Secretaría de Desarrollo Social municipal, realizó un relevamiento de los recuperadores de residuos que trabajan en el basural. En el estudio, continuidad de uno de similares características realizado en 2013, se determinó que estaban operando en el vertedero a cielo abierto 89 personas. Productos de los vaivenes económicos ese número se incrementó y hoy son alrededor de 100 familias las que viven de la recuperación.
“En este último tiempo se incrementó ese número producto de la crisis, ahora se estima que hay más de 150 personas. No hay trabajo o el que tiene trabajo no le alcanza y terminan yendo al basural como una actividad económica de subsistencia, para tratar de recuperar algo, venderlo y generar un mango más, qué es lo que decimos nosotros y venimos trabajando”, explicó el edil.
Una planta modelo
Más adelante, Taddia subrayó que el oficialismo está “jerarquizando la planta”, que tendrá capacidad para procesar 100 toneladas de basura por día, “es decir lo que genera la ciudad en su conjunto, pero nosotros entendemos que es importante iniciar progresivamente los dos procesos”, dijo refiriéndose a la incorporación de políticas de Educación Ambiental para que la gente aprenda a separar la basura, y la inclusión social y laboral de los recuperadores.
Según indicó, “la planta está casi en su etapa final”, que “producto de ciertas incertidumbres macroeconómicas los tiempos se fueron aplazando, en las licitaciones muchos proveedores no querían pasar precios y demás. Estaba previsto para el 4 o 5 de junio que sea la inauguración, pero se postergó para lo que es el segundo semestre del año”.
El objetivo
“En definitiva, trabajar sobre esto hace que sea la sociedad más sustentable, más limpia, pero también queremos que garanticen fuentes de trabajo existentes jerarquizándolas”, remarcó.
Trabajo en relación de dependencia
La anterior gestión sostenía la idea de “juntar a estas personas en la cooperativa de recicladores informales y poder darles un lugar digno de trabajo”, aunque el concejal aclaró que según lo que pudo dialogar con el gobierno actual, “la figura no sería el formato cooperativo, sino sería más un formato de relación de empleo, en sus distintas categorías o formatos desde contratado, plan, planta permanente y demás”.
Protocolo anti incendios
Otra cuestión importante, aparejada al basural, son los recurrentes incendio. Por lo que Taddia precisó que durante la sesión de hoy no se trató la cuestión pero hicieron varios reclamos, “incluso dijimos en su momento que había que tener algún tipo de protocolo anti incendios, algún tipo de logística municipal o vinculación con bomberos para poder solucionar este problema, porque esto es algo que sucede todo el tiempo pero muchas veces el viento sopla para otro lado y no se convierte en un problema de la ciudad, pero cuando el viento sopla para este lado ahí todo nos horrorizamos. Yo creo que la política pública o la predisposición del Estado no puede depender de para qué lado sopla el viento, hay que tener una política concreta, un protocolo anti incendios y después no hay que echarle la culpa a la gente, el Municipio dice no se puede hacer nada porque es la gente que está ahí la que prende fuego, pero si el Estado no regula esa situación, no brinda comodidad ni seguridad o cuestiones mínimas, obviamente que va a ser una actividad informal desregulada sujeta a que pasen este tipo de cosas”
A renglón seguido sostuvo: “Si el Estado tendría una política de acercamiento, de escucha, de garantizar derechos y de mejorar la calidad de trabajo y la seguridad del mismo, seguramente no sucedería esto, por eso creo que el Estado no tiene que echarles la culpa a terceros sino más bien intervenir sobre algo que es un problema social, ambiental y de salud”.
