(PR/NormaMigueles) En las últimas horas una noticia sacudió el conourbano bonaerense: en la víspera la venta de cocaína envenenada ya mató a una veintena de personas y hay más de medio centenar internadas con signos graves.
Ante la presencia de las primeras víctimas desde los entes oficiales (justicia y Seguridad) bonaerenses se inició una investigación para determinar la causa y el origen. Horas más tardes la conclusión del fiscal general de San Martín, Marcelo Lapargo, fue concluyente respecto a la adulteración de la droga envenenada que mató e intoxicó a casi 100 personas en Hurlingham, “puede ser producto de un ajuste cuentas entre bandas”, lo que lo lleva a pensar que “la sustancia ha sido incluida intencionalmente, y no es un error en el procesamiento del material”.
Sobre lo que nadie todavía salió a explicar, cómo es que había en la zona oeste del conourbano funcionaba un bunker con tanta clientela y sin que nadie lo molestara.
Cristian Barucca fue consumidor hace más de 20 años y según su percepción “Con la droga a tu lado tu historia sólo puede terminar de 3 maneras: muerto, preso, o en un manicomio. Yo estuve internado en un centro que se llamaba “Cuarta opción” y elegí esa opción: salir de la droga”.
Cristian tiene una particularidad que es la resiliencia, no duda en reinventarse y plantearse proyectos que lo aferran al amor, a su familia y seguir un camino que no está sembrado de rosas, pero que decide cada seguir porque es el que eligió.
“Hace más de 20 años que estoy de este lado de la vereda. A partir de la poder recuperarme estoy siempre dispuesto a dar una mano a quien necesite salir adelante. No es fácil, porque estamos hablando de una enfermedad muy compleja cuya conciencia social, es difícil de lograr”.
“Estoy seguro que ante la tragedia del conourbano mucha gente debe haber pensado, “se lo merecían” o se lo buscaron y no entienden que están hablando de personas enfermas. Es decir, no se comprende cuánto afecta a la persona el consumo problemático”, subrayó Cristian.
LA ILUSIÓN Y LA MENTIRA
Cristian posteó en las redes sociales una reflexión, que bien vale la pena leer:
«La cocaína es maravillosa, nada te hace sentir mejor, tanto que ni siquiera necesitas del sexo, porque al consumirla tenés una sensación orgásmica que dura mucho más que el orgasmo sexual. No te cansas nunca, no sentís fatiga, ni sueño, ni hambre, ni sed, ni dolor, ni preocupaciones.
Pero el precio que pagás es realmente muy alto. Si la elegís a ella, tenés que renunciar a todo lo demás. Tus amigos, tu pareja, tu familia, tus finanzas personales, tus capacidades cognitivas progresivamente disminuídas, tu salud, tu cordura, tu voluntad, tu estado físico, tu capacidad para decidir, tu libertad…
Es la más absoluta soledad y una vida gris, un mundo en el que los colores se vuelven grisáceos, donde los sonidos de la música ya no despiertan nada en vos. Nada te complace, nada te llena, nada te satisface, porque, además, NUNCA es suficiente.
La cocaína es una trampa, un lobo disfrazado de Caperucita, e irá comiéndose poco a poco lo más valioso que tenés en la vida: tu PAZ. Y para cuando te des cuenta y quieras alejarte ya será demasiado tarde, estarás atrapado tras esos barrotes invisibles que vos mismo creaste, haciendo cosas que no te dejarán dormir por las noches, porque para descansar no hay mejor almohada que una conciencia limpia. Y no la tendrás, porque además de hacerte daño, harás mucho daño a quienes más quieres y más te quieren, causarás mucho dolor… y andarás por extraños lugares, tratando con gente a la que no les importa tu vida, sólo tu dinero.
Y verás con nostalgia y angustia y dolor y culpa y vergüenza todo lo que antes enriquecía tu vida y le daba sentido a tus días y perdiste por ella. Y estarás solo con ella, amándola y odiándola… Y cuando te decidas a recuperar tu vida, ya no podrás liberarte de sus cadenas.
La cocaína es la mejor de las trampas. Tenés que saberlo. Y digo esto porque en todas partes crece día a día la cantidad de dealers y de nuevos consumidores. No te dejes llevar por la curiosidad, no sigas a tus amigos si están en eso. No la pruebes. No lo hagas.
No importa que tan dura sea tu vida, valorá lo poco que tenés, que seguramente vale mucho más de lo que creés. Y si cometiste el error de meterte en ese mundo de espanto, buscá ayuda, porque solo no vas a poder salir. Ella no te permitirá escapar… nunca.
Con la droga a tu lado tu historia sólo puede terminar de 3 maneras: muerto, preso, o en un manicomio.»