(PR-Pablo Tomás Almena) En la mañana de hoy se conoció la noticia del fallecimiento de Pedro Di Toro, ex jugador, amante del fútbol y, en particular, defensor y promotor del fútbol amateur en Venado Tuerto. Uno de los promotores de la organización de los torneos de los sábados. Generador del carnet único, la lista de buena fe, el fixture y tantas otras cosas para que todo funcione. Además fue el creador y realizador de la publicación “Balón”, que informaba sobre la actividad del fútbol no profesional y comercial de nuestra ciudad con gran detalle y desarrollo. De joven jugador y goleador. Jugó en varios equipos y se retiró en diciembre de 2021 en El Torito. Su hijo Maximiliano S. Di Toro lo confirmó en las redes sociales. “Dios se propuso armar un equipo equipo fútbol, pero quería que sea el mejor de la historia, que no tuviera rival, por eso se lo llevó al Diego, un 10 mejor no hubo ni habrá, el problema es que tenía casi todo el equipo armado pero le faltaba un delantero. Como Dios es Argentino se los conoce a todos, pensó en el Bati pero no le convenció, se le ocurrió que quizás Crespo; pero sentía que necesitaba alguien mejor, y estaba por traerse al Kun Agüero y ahí se acordó de Peter, ya el equipo estaba completo, y de repente me oyó gritar ¡¡DIOOOS!! ¿¿POR QUÉ TE LLEVASTE A MI PAPÁ?? Con lágrimas en los ojos a Dios me fui a cuestionar, me contó de su equipo que no tenía rival, que Peter era el delantero que todos temían enfrentar, yo le reclamé que con mis hermanos ya no teníamos papá, que mi tío a su hermano había perdido y que lo extrañaba mucha gente más. Dios me escuchó y me dejo despotricar, luego me explicó que en la tierra Peter ya no podía jugar y que ahora otra vez con la redonda se volvía a encontrar. Y me explicó que al dolor a nosotros el tiempo lo iba a curar, pero que mi viejo era muy feliz allá arriba, que mis abuelos iban siempre a verlo jugar y que en algún momentos nos volvería a juntar. Que no sea tan egoísta, que pensara que mi viejito ya no sentía dolor en el más allá; que la pasaba fenómeno y conmigo, aunque yo no lo vea, siempre está”.