(PR/Norma Migueles) Este jueves, en los Tribunales de Venado Tuerto finalizó el juicio oral y público contra Emilio Josué B, quien fue condenado a 14 años de prisión por abuso sexual gravemente ultrajante en perjuicio de la hija de su pareja. Los hechos ocurrieron desde que la víctima tenía 8 años de edad y que se extendieron hasta que cumplió los 15.
El tribunal integrado por los jueces Mauricio Clavero, Lorena Garini y Silvina Marinucci, mientras que la fiscal fue Mayra Vuletic, quien había solicitado una pena de 18 años. En tanto, el ahora condenado contó con la defensa de Arsenio Domínguez y José Marchisio.
Antes de la lectura del fallo, la defensa solicitó se ordene el traslado del condenado al Hospital Centenario de Rosario, donde su hermana se encuentra internada en terapia intensiva, en estado terminal. La solicitud fue concedida por el magistrado ya que la fiscalía no puso objeciones.
Cabe destacar que la sentencia no está firme y las partes pueden apelar al resolutorio.
Los abusos
Según detalló la fiscal durante el juicio y con aporte de testigos, peritos y pruebas de cargo, los abusos comenzaron cuando la niña tenía 8 años, oportunidad en la que el acusado aprovechaba la ausencia materna, primero con manoseos, para luego avanzar y obligarla a prácticas ultrajantes.
«Todas las veces que quiso y pudo hacerlo, la niña fue abusada. La madre, por su parte, se mostró distante y descreyó cuando le dijo lo que le hacía su padrastro. Por otra parte, la víctima tenía una fuerte relación con sus hermanitos más pequeños y esto la llevaba a soportar el abuso», detalló Vuletic.
Ya siendo una adolescente, y no encontrando eco en la figura materna, la niña se fue a vivir con su papa biológico a Maggiolo, donde confesó su calvario y acompañada por la pareja de su progenitor realizaron la denuncia en la comisaría local, que a su vez dio intervención a la Comisaría de la Mujer de Venado Tuerto.
A partir de ese momento se inició una investigación y meses después se libró orden de detención, pero la comitiva no lo halló en el hogar. Una hora después, el acusado se presentó voluntariamente y quedó detenido en la Alcaidía de Melincué.

















