Un hombre de 42 años, identificado como Federico Domingo Alcaraz, fue condenado a 15 años de prisión por haber abusado sexualmente de su sobrina y de su sobrino, ambos menores de edad, en la ciudad de Firmat. Así lo dispuso, por unanimidad, el tribunal integrado por Silvina Marinucci, Leandro Martín y Aldo Baravalle, en un juicio oral que finalizó este miércoles en Melincué. La fiscal que estuvo a cargo de la investigación fue Vanina Servidio Pozzi, quien integra la Unidad Fiscal de Firmat de la Fiscalía Regional 3.
Los hechos
Servidio Pozzi indicó que «el condenado es el tío materno de las víctimas y concretó los ilícitos en diferentes ocasiones, en la casa que compartían. Los ataques sexuales a la niña comenzaron en 2004 y se extendieron durante tres años, mientras que su hermano fue vulnerado en una fecha ubicable entre 2011 y 2012».
«El primer abuso fue un fin de semana en el que el condenado quedó a cargo de su sobrina, porque los padres de la menor estaban de viaje. El hombre de 42 años aprovechó la situación de vulnerabilidad de la niña y atentó contra su integridad sexual en ese contexto de absoluta indefensión», detalló la fiscal.
La funcionaria del MPA especificó que «además de agredirla sexualmente, el condenado amenazó a su sobrina con lastimar a su hermano menor si contaba lo ocurrido, quien por otra parte, fue abusado en la vivienda de su tío, un mediodía en el que ambos estuvieron allí a solas».
Prescripción
«Tanto en la investigación penal preparatoria, como en el juicio, la defensa de Alcaraz planteó la prescripción de los hechos ilícitos, sin embargo, en las dos instancias procesales, los jueces hicieron lugar a lo que planteamos desde la Fiscalía y consideraron que los plazos de prescripción para este tipo de delitos comienzan a correr a partir de los 18 años de las víctimas», especificó la fiscal.
Servidio Pozzi hizo hincapié en que «se debe tener en cuenta la edad de las víctimas al momento de padecer los hechos ilícitos, así como el tiempo que pasó hasta que pudieron contar lo sufrido». En tal sentido, argumentó que «recién a partir de que son mayores de edad se podría pensar que tienen edad razonable para ejercer sus derechos como víctimas frente a un delito de esta magnitud».
«Además, cuando el condenado abusó de las víctimas, nuestro país ya había ratificado la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (conocida como Convención de Belém Do Pará) y la Convención sobre los Derechos del Niño», subrayó la funcionaria. «Por lo tanto, ya existía la obligación de que el Estado adecuara su legislación interna para garantizar una tutela judicial efectiva a los menores víctimas de abusos sexuales», resaltó.
Por último, la fiscal destacó que «al fundamentar su decisión, el tribunal contempló las características especiales de este tipo de delitos, el grave daño generado en la salud física y psíquica de las víctimas, la situación de poder que ostentaba el agresor, las estrategias de silenciamiento y coacción desplegadas, entre otros obstáculos que impidieron que la sobrina y el sobrino del condenado accedieran a la justicia oportunamente».
Delitos
En relación a su sobrina, Alcaraz fue condenado como autor de abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual gravemente ultrajante por su duración, ambos delitos agravados por la convivencia, por la guarda y por el grave daño en la salud psíquica de la víctima.
Respecto del hecho en contra de su sobrino, se le impuso la pena por la autoría de abuso sexual con acceso carnal.