El Sindicato de Trabajadores del Peaje realizó una medida de fuerza que debió ser levantada a partir de la declaración de conciliación obligatoria por parte del gobierno. Sobre el conflicto en marcha, el secretario general del gremio, Walter Laceda, afirmó que “tuvimos que acatar la medida porque fue urgente la medida, nosotros la queríamos continuar hasta que se establezca que no sean sumas no remunerativas, sino que vaya todo al sueldo básico”.
Previamente se iba a realizar una reunión con las distintas partes, sin embargo, a la determinación forzó la aceptación de los valores propuestos de un total de 9% en tres cuotas. Ese aumento era considerado insuficiente por parte del gremio, que en otras negociaciones había llegado a un acuerdo en torno al 12%.
La inflación acumulada ya superó el 20%, lo que hace aún más magro el aumento ofrecido por la patronal. “Nosotros queremos mantener la misma negociación, pero lamentablemente en este momento estas empresas son las que más poder tienen sobre los trabajadores, no hay posibilidad de negociación porque este gobierno quiere que los trabajadores negocien a la baja”, sintetiza.
En lo venidero, el primero de agosto habrá una nueva reunión. “Espero que Dios les toque el corazón a estos empresarios tan poderosos y que por lo menos firmen la clausula gatillo, porque si hay inflación, nos resguardamos, y si no la hay, mejor para ellos”. Finalmente, aclaró que, en caso de no llegar a un arreglo, se proseguirá con las medidas de fuerza: “es muy poco dinero lo que nos ofrecen”, define.
