En un informe reciente de la delegación local de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) al que PUEBLO Regional tuvo acceso exclusivo, se detalla que durante el primer semestre del año se produjeron 248 despidos contra 170 altas en la ciudad.
En las estadísticas de la UOM, Adeco Argentina y la firma Corven, con sus distintos emprendimientos, encabezan el tétrico ranking: 89 despidos en el caso de la primera y 51 en la segunda.
Cabe aclarar que, además de las 51 bajas directas en Corven, varias de las contabilizadas en la consultora Adeco, también pertenecían a personal de la firma dirigida por la familia Iraola.
Mientras tanto, en las últimas horas trascendió que el grupo venadense que se dedica a la fabricación de amortiguadores, autopartes y armado de motocicletas, incursionará en el negocio de la importación de micros eléctricos.
La noticia se conoció a partir de una licitación pública lanzada por el gobierno mendocino para la compra de estos vehículos ecológicos que tienen un costo que ronda los 400 mil dólares por unidad, de la que Corven es uno de los dos únicos oferentes.
Los micros que importaría la firma venadense son de las marcas Zhongtong y King Long, que también están incluidos en una prueba piloto del Gobierno nacional y la ciudad de Buenos Aires, que quieren poner en circulación micros eléctricos en cuatro líneas porteñas, antes de fin de año.
Una de las claves de esa experiencia es que los colectivos chinos estarán exentos de pagar el arancel aduanero del 35 por ciento, gracias a un decreto presidencial que dispuso un cupo para la importación de este tipo de unidades.
El mismo beneficio impositivo recibirá la empresa que gane la licitación en Mendoza.
La volatilidad del dólar sigue sembrando interrogantes. No se sabe, por ejemplo, cuántas unidades comprará el Estado mendocino. La licitación establece la compra de hasta 50, pero la realidad indica que los 300 millones de pesos que se han establecido como presupuesto alcanzarían, hoy, para comprar menos de 30 micros.
Pasado en limpio, mientras la firma de la familia Iraola recorta personal en sus emprendimientos productivos, busca reforzar sus ganancias importando vehículos terminados desde China sin generar un solo puesto de trabajo.
