Un vecino de esta ciudad, domiciliado en Centro II, fue víctima de un delito que en los últimos tiempos afecta a la población, ya sea particulares, instituciones o empresas de servicios: el robo del cableado para extraer el cobre.
En este caso la impunidad de los vándalos fue tal que al parecer actuaron a plena luz del día. Según denunció el hombre, aproximadamente a las 14:00 se le cortó el servicio de energía, en ese momento supuso que era un corte programado.
Pero en la medida que pasaron las horas y al no retornar llamó a la CEVT y allí le dijeron que no había cortes en esa zona, ni reclamo sobre caída del servicio.
El vecino se fue a fijar a la vereda y observó que desde el medidor hasta el frente de la vivienda faltaban entre 15 y 20 metros de cable.
Cabe recordar que con similar modus operandis el fin de semana sustrajeron el tendido eléctrico de Canea.