(PR) Tal como previeron los principales pronósticos meteorológicos, durante los últimos meses se registró un período de escasez de lluvias y temperaturas con valores superiores a lo normal en toda la región.
En este sentido, el especialista del INTA Venado Tuerto, Ignacio Huerga, analizó la situación en el Departamento General López entre mayo y septiembre del corriente año: “Nosotros medimos todos los meses y ahora hicimos un recorte desde mayo a septiembre donde medimos las napas entre la salida de la cosecha gruesa y la previa a la entrada a la nueva siembra. Lo que vimos en estos meses son precipitaciones por debajo de lo normal, temperaturas en algunos meses superiores a lo normal, y consecuentemente un descenso de las napas en varios de los puntos que medimos”.
En diálogo con VerTV el ingeniero ambiental graficó que “trazando una línea desde Venado Tuerto hacia el este y el oeste, tenemos para el lado de Córdoba un acumulado de 30mm entre mayo y septiembre, y si vamos para el lado de Buenos Aires, Firmat, Wheelwright, Christophersen, los volúmenes son un poco superiores, entre 50 y 80mm, con un efecto especial de las lluvias de agosto, porque desde mayo hasta ese mes fueron muy escasas las precipitaciones”.
Huerga puso especial énfasis en que los acumulados de estos meses están muy por debajo de los datos registrados entre 2017 y 2023, con un promedio de 110 a 140mm, mientras que ahora el máximo acumulado fue de 80mm.
El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional para el último trimestre tampoco es muy alentador, ya que prevé lluvias por debajo de lo normal, con un nuevo período Niña, aunque no tan duro como el del verano de 2023, “no estamos esperando un escenario con abundantes lluvias, pero tampoco estamos en el otro extremo. Se prevé que puede haber algo de agua puntualizada en algunos lugares”, explicó el investigador.
Por otra parte, consideró que las últimas precipitaciones en la región permitieron recomponer la humedad del suelo, y se espera para los próximos días nuevas lluvias que permitan aumentar el milimitraje acumulado.
El especialista del INTA reconoció que la falta de lluvias se está viendo reflejada en los bajos naturales y lagunas, que han reducido sus dimensiones, y citó como ejemplos los casos de las lagunas La Picasa y de Melincué, “donde ahora no se ve tanta agua, se ve mucho salar, y esto es el resultado de que venimos de varios años con precipitaciones bastante inferiores a lo que estábamos acostumbrados”.