(PR) El reciente paso del Tren Sanitario dependiente del ministerio de Capital Humano por Venado Tuerto no solo dejó servicios de salud, trámites gratuitos y actividades culturales en un trabajo conjunto con el Gobierno de Santa Fe y el Gobierno de Venado Tuerto, que dejaron encendida una chispa que comenzó a crecer en uno de los barrios de la ciudad.

Fruto del trabajo de las representantes de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, Flavia Helguero y Noelia Capello, y del vínculo con los vecinos, esta semana empezó a tomar forma una Biblioteca al Paso en la calle Cabral al 100, un nuevo espacio comunitario para compartir libros, historias y cuidado mutuo
Durante su estadía en la ciudad, el Tren Sanitario ofreció un Vagón Cultural con propuestas para las infancias, un microcine, talleres y una selección de libros de la Biblioteca Nacional. El objetivo es llevar la lectura a todos los rincones del país, fortalecer bibliotecas y acercar experiencias culturales a lugares que no siempre tienen acceso a ellas.

En ese mismo espíritu nació la idea que ahora se materializa en la vereda de Cabral.
Todo comenzó cuando las referentes del equipo cultural observaron una estructura de madera que una familia del barrio estaba por tirar. La vecina estaba en la puerta, y el diálogo espontáneo abrió una posibilidad:
¿Y si en lugar de desecharla, la convertimos en una Biblioteca al Paso?
La propuesta fue recibida con entusiasmo. Al día siguiente regresaron con libros, pintura y la convicción de que los pequeños gestos pueden transformar el clima de un barrio.
Hoy, esa estructura ya está siendo restaurada, intervenida y convertida en un pequeño refugio para libros que cualquiera podrá tomar o dejar.

En la misma esquina donde se está instalando la biblioteca funciona un local de ropa que días atrás sufrió un robo. Vecinos y comerciantes del barrio todavía comentan lo ocurrido, hallaron el celular robado, recuperaron parte de la mercadería y, desde entonces, se están colocando rejas nuevas. Pero la lectura y la cultura llegaron con otro mensaje.
“Creemos que para contrarrestar este tipo de cosas es con cultura, con arte y con la comunidad organizada”, compartieron quienes impulsan este proyecto.
La Biblioteca al Paso se convierte así en una respuesta social distinta, una invitación al encuentro, al cuidado del espacio común y a la construcción de vínculos que fortalecen al barrio.

Lo que comenzó como una acción sencilla, recuperar una estructura abandonada y llenarla de libros, ya se está transformando en una iniciativa que moviliza a los vecinos. Algunos acercan ejemplares, otros ofrecen ayuda para pintar o acondicionar el espacio, y muchos se detienen a preguntar de qué se trata. Eso, dicen sus impulsoras, “es exactamente lo que buscábamos: que la cultura circule”.
El tren ya dejó Venado Tuerto, pero su paso abrió una puerta que seguirá creciendo. La Biblioteca al Paso recién empieza, y como toda semilla cultural, va germinando gracias a la comunidad.
















