(PR-Pablo Tomás Almena) La problemática de menores que generan situaciones reñidas con la ley y el código de convivencia urbano de la ciudad estuvo en el último tiempo en la agenda pública de la ciudad y de los dirigentes políticos, que no siempre van juntas.
En este marco, la palabra del juez de Menores de la ciudad y el Departamento General López, Javier Prado, se vuelve necesaria para comprender cuánto se puede hacer, de qué forma, qué cosas habría que cambiar, cuánto hay por mejorar.
En diálogo con LT29, el juez Prado señaló que “estamos complicados y trabajando a full. Hay menores que no pueden ser sancionados penalmente; menores de 16 o que tienen 16, 17 años, pero están acusados de un delito leve; y cuando tienen más de 16 o 17 años, pero tienen una pena prevista de 3 años, ahí ya pueden ser sancionados cuando cumplan los 18 años de edad”.
En este sentido Prado remarcó que “se debe investigar el hecho para dar respuesta a la víctima. Si no hay nuevos hechos se archivará la causa. Intervienen las comunas y municipalidades, y, en segundo término, está la Delegación de Niñez que, junto con las comunas, establecen las medidas”.
Para graficar lo que establece la normativa, el magistrado explicó que “si el chico tiene 14 o 15 años, por más que sea un homicida no recibe sanciones porque no tiene la edad que marca la ley. Sí se lo puede alejar de la familia, u otro tipo de cuestiones. No es que no se haga nada, pero no cumplirá una pena o condena debido a la edad”.
Los menores y el delito
Desde su experiencia, Prado señaló que “cada vez más menores cometen hechos graves, pero por lo establecido por ley mucho no se puede hacer. Hay niños con armas, y es una realidad sorprendente. Hay que tratar con los legisladores nacionales, que son quienes establecen las leyes. Por lo que yo escuché todavía no se está debatiendo este tema, hubo proyectos, pero quedaron en la nada”.
El único juez de Menores de todo el Departamento profundizó su análisis: “Los delitos son todos delitos, por supuesto que las miradas cambian dependiendo el tipo de delito, pero se toma con la misma seriedad que se investiga cualquier otro hecho. Yo creo que la solución para estos casos, donde los menores no tienen ninguna condena y cometen un delito, debe ir por otro lado, porque por más que se baje la edad, todo está en la educación de los niños que atraviesan por una causa penal, es una necesidad social, la solución irá por la educación, el trabajo de los padres, narcotraficantes, alcohol. Hay muchos problemas que se van dando y fomentan esta situación”.
La reincidencia
Con respecto a la reincidencia en el delito, que se puso en evidencia en Venado Tuerto en el último tiempo, el juez de Menores reflexionó que “un límite hay que ponerle, más allá de la edad. Los antecedentes no constan para los menores cuando crezcan, es decir, no se cuentan como antecedentes de adultos”.
Sobre las efectivas intervenciones del Estado en este tipo de situaciones, Prado explicó que “se le da atención a los casos graves y la municipalidad también lo hace. Se toman los casos con mayor intensidad, los chicos no pueden ser sancionados porque eso es lo que marca la ley, pero se aconsejan tratamientos psicológicos, el juzgado evalúa y se trata de analizar al menor. Hoy por hoy, las comunas se han ido sumando y cuentan con equipos especializados en niñez y familia. Cuando se adopta alguna medida, los padres cuestionan siempre, cuando un chico está atravesado por una cuestión penal, también se involucra la familia”.