En las últimas semanas se pudo ver a muchos trabajadores rurales realizando las tareas de desyuyado en los campos de la región. PUEBLO Regional dialogó con el secretario general de UATRE, Juan Flaherty, para conocer las razones de esta situación. El dirigente sindical explicó que hay una importante diferencia de costos entre contratar a un trabajador para que realice las tareas a mano y contratar un aplicador para tratar los campos con agroquímicos.
Para un lote de soja se utilizan entre 3 y 4 litros de RoundUp que vale 4 dólares por litro. Son 12 dólares por hectárea. A eso hay que agregar lo que cobran los aplicadores, que ronda los 1200 y 1500 pesos la hectárea. En total, tener limpio un lote de soja con agroquímicos vale al menos dos mil pesos, una diferencia significativa respecto a los mil pesos que cobran los changarines que trabajan con azada.
De esta manera, a pesar de la revolución tecnológica, los rindes se siguen sosteniendo en base a mano de obra sobreexplotada. El avance de la tecnología está implicando un desplazamiento de la mano de obra y un impacto negativo en la generación de puestos de trabajo, pero también se dan estos fenómenos donde el contexto de crisis arroja a muchas personas a buscar alternativas laborales en las condiciones que sean para poder cubrir sus necesidades.