(PR) La derogación de la ley de alquileres impulsada por el Gobierno nacional apenas asumió estaría comenzando a dar sus frutos, con un amesetamiento y posible baja de los valores de alquiler, una mayor cantidad de inmuebles disponibles y un nulo nivel de morosidad.
En este sentido, el corredor inmobiliario venadense, Eduardo Di Nardo, planteó que «la derogación de la ley de alquileres trajo un alivio más que considerable para toda la población. Argentina es un país que tiene una gran cantidad de inquilinos y un drama tan terrible como el vivido el año pasado, ya fue superado”.
Según el especialista, lo que «se está viendo es una abundancia de ofertas, creció casi el 45 por ciento en el último año la cantidad de inmuebles en alquiler. Incluso contratos que se venían actualizando arrojaban índices muy bajos y cuando el contrato terminaba había que renegociar mucho tiempo». «Hoy en las renovaciones de contrato se ajusta muy poco, hay una certeza de que los valores están amesetados y probablemente irán a la baja», sostuvo.
Tomando como ejemplo la situación de Venado Tuerto, detalló que “departamentos que se estaban alquilando a 450 mil pesos, de dos dormitorios con cochera, se van a renovar el mes que viene en 500 mil pesos. En departamentos de un dormitorio que estaban alquilados a 235 mil pesos, se renovarán en 250 mil».
Para Di Nardo, la baja del dólar está haciendo que el negocio sea rentable, lo que favorece que «la gente confíe nuevamente en el ladrillo y vuelva a invertir en propiedades». «Es un círculo virtuoso, hay oferta de alquileres, no hay leyes que nos restrinjan y dificulten la relación entre las partes, y el Estado queda al margen», agregó.
En este punto también destacó la labor de los corredores inmobiliarios llevando tranquilidad y mediando entre las partes.
«Hay muchas cosas buenas para rescatar y resaltar en este primer año de Javier Milei, por ejemplo, en el rubro del mercado inmobiliario fue sumamente beneficiosa la derogación de la ley de alquileres”, subrayó.
A modo de resumen, Di Nardo destacó que «se recuperó la rentabilidad, creció la oferta, y los propietarios están bajando los valores de las propiedades, porque sino está difícil poder alquilar».
Para cerrar, aseguró que en la actualidad «la morosidad en el pago es prácticamente nula, no tenemos conflictividad entre las partes y no hay cuestiones judiciales, que también era un factor que generaba mucha preocupación».
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