“Hace 48 horas nos llegó un alerta de Senasa por una sospecha, para poder intervenir automáticamente nosotros desde Salud en forma preventiva a la espera de la confirmación”, explicó el responsable de Infectología en la región, Daniel Agostinelli.
Se trata de una granja traspatio en uno de los extremos de la ciudad donde hay gallinas, patos y gansos, además de otros animales. “Hay mucha cercanía con un ojo de agua donde hay aves silvestres y sabemos que la complejidad es que la migración del norte de aves es la que trajo el virus. En esta comunicación con ese ojo de agua hubo intercambio entre las aves de la granja y las silvestres, lo que provocó una mortandad muy alta, fundamentalmente de gallinas”, relató el profesional.
Esta situación generó la sospecha de que podría tratarse de gripe aviar, algo que finalmente se confirmó el miércoles, por eso “el Senasa por protocolo sacrificó a las aves restantes y dispuso su enterramiento; y desde ese momento se considera el último contacto de la familia con las aves, y a partir de allí hay diez días donde no aislamos a las personas pero sí las acompañamos para garantizar que no aparezcan síntomas respiratorios”, precisó Agostinelli.
También remarcó que “hay que tener en cuenta que es el sustento de la familia y es un abordaje que el Estado realiza porque es muy triste la situación, pero la salud está primero”. La población era de unas 80 aves.
Extraído de Venado 24.