El gobierno venezolano anunció ayer haber desbaratado un intento de golpe de Estado organizado por militares disidentes supuestamente apoyados por Estados Unidos, que preveía ataques al Palacio de Gobierno.
El presidente Nicolás Maduro reveló que los organismos de Inteligencia detectaron planes de golpe de Estado, en el que están involucrados oficiales de la Aviación Militar –ya hay diez detenidos– y civiles, que contarían con respaldo del gobierno de Estados Unidos. “Hemos desarticulado, desmantelado un atentado golpista contra la democracia, contra la estabilidad de nuestra patria. Se trata de un intento de utilizar a un grupo de oficiales de la Aviación Militar para intentar un golpe”, expresó Maduro, al reportar además que en la madrugada y la mañana del jueves fueron detenidos algunos de los implicados.
Por su parte, la oposición consideró que la revelación se trató de una maniobra para desviar la atención, un día después de los enfrentamientos callejeros que dejaron policías heridos y decenas de detenidos.
Sin embargo, durante el discurso brindado el jueves por la noche en Caracas, el mandatario venezolano denunció que el plan fue impulsado por la oposición derechista y el gobierno de los Estados Unidos, y que estaba previsto para ese mismo día, tras la publicación de un manifiesto llamando a un gobierno transitorio. “Detrás de la maniobra se encuentra la derecha internacional involucrada en el plan develado y neutralizado, que forma parte de una cadena de eventos planificados que produzcan inestabilidad social y están fundamentados en los lineamientos de la Escuela de Las Américas, en el Pentágono”, señaló Maduro.
Según el presidente, la información se obtuvo de documentos que estaban en poder de oficiales que ahora están presos junto a otros civiles implicados.
Más tarde fue el titular del Parlamento, Diosdado Cabello, el que dio detalles del intento de golpe denunciado, cuando reveló que los sectores alzados tenían previsto atacar el Palacio de Miraflores, el Ministerio Público, la Cancillería, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), la Alcaldía de Libertador, la sede de Telesur y los ministerios de Defensa, Educación y Relaciones Interiores, Justicia y Paz. Aseguró además que uno de los detenidos es José Gustavo Arocha Pérez, jefe de una empresa vinculado a la guarimba (disturbios), a quien relacionó con el general retirado Ascanio Tovar. Ambos, agregó, viajaron a Miami acompañados del dirigente de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) Ramón Guillermo Aveledo.
En las pruebas difundidas por Cabello figura el nombre de J. J. Rendón, ex asesor político del gobernador de Miranda y ex candidato presidencial Henrique Capriles, como uno de los participantes del intento de golpe.
También refirió que al momento de ser detenido, Arocha Pérez señaló a los opositores Antonio Ledezma y Julio Borges como los autores de un plan para asesinar al dirigente de Voluntad Popular (detenido desde hace un año y acusado de impulsar disturbios) Leopoldo López. Cabello dio además los nombres de 15 militares involucrados, algunos de ellos ya detenidos y uno fugado a Panamá.
La denuncia de la participación de militares en la conjura obligó al ministro de Defensa, Vladimir Padrino, quien se dirigió a la Nación en cadena nacional junto a varios miembros de la cúpula militar, a manifestar el apoyo de las fuerzas armadas al Gobierno. “Queremos sumarnos al sentimiento de rechazo contundente que siente la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) por la conducta de un reducido número de profesionales que no representan el pensar, sentir y actuar de nuestra institución”, dijo el número uno de las fuerzas armadas venezolanas. Además, se refirió a lo sucedido a través de su cuenta de Twitter. “Las FANB se mantienen incólumnes en sus convicciones democráticas y rechazan las pretensiones golpistas que atentan contra la paz de la República”, publicó en las redes sociales.
Por su parte, la oposición salió a deslegitimar la denuncia. El líder antichavista Henrique Capriles consideró que la denuncia fue una maniobra para desviar la opinión pública. “El único golpe que hubo el día de hoy fue el del gobierno contra nuestro Bolívar, la megadevaluación, la más grande de la historia”, escribió el líder opositor en su cuenta de la red social Twitter. A su vez, Julio Borges, quien fue el principal receptor de las acusaciones de Maduro, se limitó a retuitear lo que publicó su partido, Primero Justicia. “Rechazamos las acusaciones irresponsables del gobierno en contra de Julio Borges, que sólo revelan el miedo que tienen al cambio”, dice el mensaje.
En cambio, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) expresó ayer su respaldo al mandatario venezolano. “El organismo reitera su voluntad de encontrar caminos democráticos y pacíficos y reitera su apoyo al presidente Nicolás Maduro”, publicó en las redes sociales Ernesto Samper, secretario general de la institución.
La denuncia de los planes de golpe coincidieron con sendas marchas del oficialismo y la oposición realizadas el jueves, que dejaron 14 policías heridos y 11 civiles detenidos (Página 12)