La reprogramación forzosa de vencimientos de títulos locales de corto plazo resuelta por el gobierno nacional impedirá a la gestión de Miguel Lifschitz hacerse de 20 millones de dólares que tenía invertido en Letes, según pudo saber Diario Santa Fe.
Ese dinero, que debía cobrarse en septiembre, tenía previsto usarse para hacerle frente a pagos de bonos internacionales de Santa Fe. La operatoria era así: la Provincia compraba las letras unos meses antes de los vencimientos por un monto menor al que se debía abonar por la deuda en moneda extranjera y con los intereses que obtenía se completaba la suma exigida.
Ahora, el gobierno de Lifschitz sólo podrá cobrar el 15% y el resto quedará para dentro de 3 y 6 meses, es decir que formará parte del activo de la administración que se inicia el 10 de diciembre. Si no fuera por la zozobra generalizada, podría decirse que Omar Perotti esboza una sonrisa.
Así, Santa Fe se suma a las víctimas del corralito para inversores instituciones dispuesto por el gobierno de Mauricio Macri. Pero no es la única provincia: son al menos 10 las que están en esta situación, por un monto total de 1.200 millones de dólares. Paradojas del destino, la más afectada será Buenos Aires, con 500 millones en letras compradas por el entonces ministro de Economía de esa jurisdicción, Hernán Lacunza.
Fuente: Gustavo Castro.
