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El final del juicio al ex jefe de Drogas Alejandro Druetta, un caso que agitó los cruces políticos

Este jueves, el tribunal federal de Rosario dará a conocer su sentencia en el juicio que se lleva a cabo contra el exjefe de inteligencia de Drogas Peligrosas, Alejandro Druetta, quien es acusado de liderar una banda de narcotraficantes en el sur provincial.

La posible condena al ex jefe de inteligencia de Drogas Peligrosas Alejandro Druetta –que se espera para este jueves- en los tribunales federales de Rosario tendrá consecuencias políticas, luego de que el ministro de Seguridad Marcelo Saín le diera relevancia a las conversaciones que el subcomisario tenía hace nueve años con su antecesor Maximiliano Pullaro.

En los audios de esas conversaciones que Druetta grababa con su teléfono, que se difundieron por los medios de prensa, entre ellos Aire de Santa Fe, no hay elementos para incriminar a Pullaro ni al senador Lisandro Enrico pero dejan de manifiesto la cercanía que tenían con el ex jefe de Drogas.

Desde el entorno del exministro de Seguridad retrucan que en ese momento la mayoría de los dirigentes políticos del sur provincial salieron a respaldar a Druetta, porque había detenido a Carlos Ascaíni, una investigación que después fue cuestionada en la justicia federal por varias razones, y de Aldo Orozco, alias Totola, un narco de Firmat. Fuentes cercanas a Pullaro apuntan que el entonces exintendente de Venado Tuerto José Luis Freyre también sumó su apoyo a Druetta en ese momento. Como si fuera un misterio no muy difícil de dilucidar aparecieron mensajes de Leandro Corti, ex ministro de Seguridad, que alienta a Druetta al que llama “soldado”. Corti es asesor del Ministerio de Seguridad. Los archivos de audios y sus protagonistas parecen chapotear en el barro, alejados de la cruda realidad. En los meses de enero y febrero se registraron 66 homicidios en la provincia. En Rosario el 80 por ciento de los crímenes son planificados y ejecutados por sicarios, según el informe del Observatorio de Seguridad Pública. Saín aseguró la semana pasada, antes de que quedara envuelto en un nuevo escándalo por otro audio privado que se viralizó, “el adalid de la última década de la lucha contra el narcotráfico era un policía narcotraficante: Alejandro Druetta”. “Era el nene mimado del senador (Lisandro) Enrico y del entonces diputado (Maximiliano) Pullaro, en 2012. Hoy se ventilaron en el juicio a Druetta en Rosario una serie de escuchas sobre la estrecha protección de estos dos dirigentes. Después, en 2016, fue designado jefe de Inteligencia Zona Sur de la ex Drogas Peligrosas”, afirmó Sain y añadió: “Si eso no es tener vínculo con el crimen, entonces qué es”.

El que no respaldaba a Druetta era el fiscal Eduardo Lago, quien denunció en aquel año, 2012, una serie de amenazas telefónicas. En una de las comunicaciones le decían: “Dejá de joder con los vagos de drogas”. A raíz de la denuncia del funcionario del Ministerio Público se produjo un allanamiento a la Brigada Operativa de la ex Drogas Peligrosas, que conducía Druetta, quien fue separado del cargo. En ese momento, Lago recibió duras críticas de parte del entonces ministro de Gobierno Rubén Galassi y el titular de la cartera de Justicia Juan Lewis. Se le adjudicaba un rol de operador político y lo mancharon al resucitar antecedentes de su carrera que eran falsos, según el fiscal. Druetta después es nombrado por Pullaro en Drogas de Rosario y luego lo trasladan al área de contrainteligencia de la Policía de Investigaciones, donde su función –según recuerdan funcionarios de la anterior gestión- era ocuparse de las investigaciones sobre el mercado ilegal de armas. “Deja los dedos marcados por todos lados”, sugirió un fiscal federal que estuvo en Rosario sobre Druetta. Eso quedó en evidencia luego en la investigación que lo llevó a juicio, junto con Actis Caporale, el caso en el que se conocerá el veredicto este jueves.

En la extensa investigación que llevó adelante la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) y el fiscal Claudio Kishimoto se logró detectar que el ex jefe de Inteligencia suministraba a un narco de Rosario estupefacientes -que probablemente obtenía en otros operativos- para vender y después detenía a los dealers y consumidores para hacer buena letra en la policía, donde logró ascensos importantes. Incluso, usaba a los medios de comunicación para que difundieran sus operativos “exitosos”, que -de acuerdo a las actas analizadas en la causa- el origen de la investigación eran denuncias anónimas. Una de las claves en la causa de Druetta fue la declaración de Caporale como arrepentido. Pero no todo lo que declaró este joven pudo comprobar en su investigación la justicia. El narco que estuvo prófugo varios años contó detalles de la relación que tenía con el jefe de Drogas a fines de 2019. Los investigadores reunieron cinco expedientes en los que se corroboran los dichos del detenido, algo que le dio -según las fuentes judiciales- mucha solidez a la causa. “El jefe era Druetta, que era el que entregaba la droga y decía a quién le tenían que vender”, declaró el arrepentido en el expediente N°44820/2018, y agregó que “también pedía que le “entregara” a gente que compraba droga para él después detenerlos con procedimientos que usaba para ascender en la carrera policial”. Caporale contó de un caso en el que Druetta, según el expediente, le dio 500 troqueles de LCD, con dosis con forma de bicicleta. El vendedor de esta sustancia tenía un comprador. El jefe policial se quedaba con el dinero. La entrega del estupefaciente se produjo en el parque España, en pleno centro de Rosario. Druetta pasó a buscar por el departamento del narco el dinero que había obtenido. Otro de los delitos que cometía el policía era introducir en las actas datos falsos que le proveía el narco. Eso se detectó en varios expedientes. Druetta ya había sido allanado en abril de 2018 en tres domicilios en Rosario y Alvear, donde la Gendarmería secuestró computadoras, teléfonos y 150.000 pesos en efectivo. Fue procesado en ese momento por “confabulación” con el narco Caporale, detenido en 2016 con el nombre falso de Alex Aqua cuando corría una carrera de autos en el autódromo de la Ciudad de Buenos Aires. Ahora el jefe policial fue imputado como jefe de una asociación ilícita. El fiscal Kishimoto encontró en el expediente de Caporale, que estaba prófugo desde 2012 cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria allanó su departamento en el centro de Rosario, unas escuchas telefónicas en las que se sospechaba que este narcotraficante hablaba con un policía. Estaba prófugo desde esa época cuando alguien le avisó cuando volvía de un viaje a Colombia que estaba allanando su casa. El vuelo hizo una escala en Lima y allí se perdió su rastro. Tras una serie de peritajes que hizo la División Acústica Forense de la Policía Federal se comprobó que era la voz de Druetta, quien en la indagatoria dijo que el Nextel con el que se realizaban esas llamadas no era suyo. En esas conversaciones el jefe policial le avisaba al narco que lo iban a trasladar a Venado Tuerto, en el sur de Santa Fe, y que eso lo iba a favorecer, porque podría vender droga en esa zona.

Druetta tuvo una participación importante en el caso de la causa del ex jefe de la Policía Hugo Tognoli en 2012, quien fue absuelto en 2019 en la causa en Rosario, aunque anteriormente fue condenado a seis años por la justicia federal de Santa Fe.

Este policía detuvo a dos de los narcos que estuvieron involucrados con Tognoli, como Carlos Ascaíni y Aldo Orozco, quienes manejaban, según la causa, el tráfico de estupefacientes en el sur de la provincia de Santa Fe. Ahora surgen sospechas sobre porqué cayeron esos jugadores del narcotráfico en esa región. Detuvo a Ascaíni en la intersección de las rutas 90 y 94, donde secuestró en su auto un kilo de cocaína. El peritaje que se hizo en la causa dio una sorpresa. Eran 960 gramos de azúcar impalpable y solo 40 gramos de cocaína. Ascaíni fue liberado y luego detenido, con más pruebas, el 9 de marzo de 2013 por orden de los fiscales Federico Reynares Solari y Juan Murray, quienes lo acusaron de formar una empresa criminal conjunta con Tognoli. El narco de Villa Cañás fue condenado en junio de 2018 a diez años de prisión. A Orozco, alias Totola, lo detuvo junto con 16 personas en Firmat, en un operativo que también terminó mal, con el narco en libertad porque las actas no coincidían. Se sospechaba que Druetta pretendía correr del negocio de la venta de drogas a Totola para instalarlo a Actis Caporale, su supuesto narcosocio de Rosario.

Fuente: AiredeSantaFe

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