A través del programa territorial “Orejas Verdes”, la labor diaria en el Dispensario Canino o en jornadas de vacunación antirrábica como el “Venite al Parque” y “Vacuna-Acción”, el Instituto Municipal de Salud y Convivencia Animal (Imusca) tuvo este año una gran tarea, siempre en el contexto de las restricciones sanitarias.
“Estamos terminando un año de mucho trabajo pese a las restricciones que tuvimos en el camino. Pudimos desarrollar actividades de manera casi normal, respetando todos los protocolos sanitarios vigentes por la pandemia”, consideró la médica veterinaria Inés Carusillo, a cargo de la dependencia.
En las “ventanas” que dejó la pandemia y aprovechando las flexibilizaciones, el Imusca pudo avanzar con sus programas, en particular la campaña de vacunación antirrábica gratuita y obligatoria, merced a una decisión de la gestión municipal de compensar con recursos propios el déficit de vacunas enviadas por Nación conforme la demanda.
Al respecto, Carusillo recordó que “en 2020 no hubo disponibilidad de vacunas antirrábicas y desde febrero de este año el Gobierno municipal hizo una solicitud a la Nación, de las cuales se aplicaron casi 4.800 dosis; luego, con fondos propios, se adquirió una partida y esto nos permitió avanzar con la campaña”.
Tal lo proyectado la cantidad de aplicaciones para fin de año podría superar las 6.100 dosis, un número importante en atención a las coberturas barriales a lo largo del año y en comparación con otras localidades.
“La restricción de grandes concentraciones en espacios públicos hizo que lleváramos nuestros servicios de salud animal a todos los barrios. Queremos agradecer a los vecinos y vecinas por haber acercado a sus animales de compañía a todas nuestras actividades”, agregó Carusillo, sin olvidar el aporte de entidades como Refugio Canino o Animalitos a Tu Hogar en la concientización por una tenencia y adopción responsables.