(PR) El “vapeo” o “vaping” llegó a Argentina alrededor del año 2000, y desde entonces se fue consolidando como moda y afectando a jóvenes a edades cada vez más tempranas. Desde hace un tiempo se comenzaron a encender las alarmas por los perjuicios que ocasiona en la salud y por su alto valor adictivo.
“El vaping es la inhalación de una sustancia química, calentada a través de una batería. Más allá de que contengan nicotina, porque son muy pocos los productos que no la tienen, el problema más grave es que en estos niños o jóvenes que lo utilizan es una puerta de entrada para generar una adicción al tabaco”, describió la pediatra y neumóloga infantil, Inés Savid.
En el mismo sentido, planteó que al tratarse de cerebros que están en desarrollo “el mecanismo que genera la adicción es más complejo que en un adulto. Los adultos, muchas veces, lo utilizan como medio de transición para abandonar el consumo de tabaco. En jóvenes el riesgo es mucho peor porque están entrando al camino de la adicción”.
La profesional profundizó sobre los efectos físicos que ocasiona el vapeo: “Hay una sustancia química que genera inflamación a nivel bronquial, en el aparato respiratorio, y muchos pacientes sufren insuficiencia respiratoria. En un lapso de tres meses, estando en contacto con el vaping, entran en insuficiencia respiratoria, con requerimiento de terapia intensiva y altas dosis de corticoides para poder desinflamar los pulmones”.
Para marcar el nivel de alerta que genera esta práctica, Savid afirmó que “el daño es agudo en un consumo de 60 a 90 días”, y recordó que “hay que estar muy atentos porque como el vapeo no genera olor, habitualmente es agradable el sabor que tiene y no se ven cambios conductuales, entonces es difícil de detectar”.
En este marco, recomendó mantener una comunicación fluida con los niños y adolescentes dentro de las familias, y consultar qué es lo que saben sobre esta práctica.
En cuanto a su comercialización, la profesional apuntó que desde 2011 está prohibida la venta y exhibición de los productos relacionados con el tabaco, y en 2023 esa normativa se amplió a todo lo referido a la nicotina y el vaping.
Para cerrar, la pediatra remarcó que “el efecto es agudo. Hay más de 2 mil jóvenes que fallecieron en Estados Unidos desde 2019 hasta ahora por productos relacionados con el vapeo”.



