(PR/Giuliana Ghignone) Leticia Carelli es una apasionada de la cerámica, hace varios años atrás descubrió, a través de un taller municipal esta forma de expresarse y a partir de ese momento se sucedieron uno a uno cursos y talleres para aprender más sobre esta técnica. Hoy esta emprendedora crece a pasos agigantados y su producción llega a todo el país.
De profesión diseñadora de equipamiento, la venadense pasó muchos años trabajando en diseño de interior y cuando nacieron sus hijos el ritmo de sus días fue otro, se sumaron nuevas responsabilidades y decidió abrir un local de ropa.
«Hace unos años atrás empecé cerámica como hobbie ya que los chicos eran grandes y quería volver con algo relacionado al diseño. Me enamoré tanto del barro que no pude parar más, de ahí fui a otros talleres, empecé a hacer cursos en Buenos Aires y Córdoba buscando siempre más», cuenta Leticia.
La cerámica pasó a ser una parte de su vida y decidió que era tiempo de enseñar todo aquello que había aprendido. Con la pandemia está actividad se vio limitada fue entonces cuando nació lc.pottery, un taller de producción, dónde hacen y venden por menor y mayor todo lo que es vajilla personalizada de cerámica. Armar este espacio fue todo un proceso, de a poco y con mucho esfuerzo fueron comprando los hornos y preparando su taller. «Junto a mi esposo, Juan Pablo hacemos cada pieza desde el comienzo con una técnica que se llama colada con barbotina, esa pieza se limpia, se pinta con engobes que yo preparo. Después de dos días dentro del horno sale la pieza ya «bizcochada» se esmalta que es lo que le da el brillo y va la segunda horneada, otros dos días de espera hasta que al final la pieza está lista», explica Leticia.
«Dicen que uno vuelve siempre a lo que ama y hace más de 20 años, cuando estudié diseño, no me imaginé que hoy podía tener mi propio taller de vajilla de cerámica. Soy feliz», agrega con entusiasmo.
Hoy Lc Pottery tiene su propio showroom en Saavedra 68 y a su vez sus redes son el canal a través del cual venden a todo el país.
