El delegado de La Bancaria, Víctor Ubaltón, explicó que desde el gremio están llevando una serie de medidas de fuerza, a nivel nacional, que incluyó un cese de actividades las tres últimas horas de atención al público de este martes en Banco Santander, recordando que sus autoridades anunciaron el cierre de sucursales.
El dirigente explicó que las protestas contra el Banco Santander son en rechazo a «despidos arbitrarios, presiones para aceptar desvinculaciones y el recorte sistemático de derechos laborales en las sucursales del país». Advirtió, en ese sentido, que está planificado el cierre de cinco oficinas en la provincia de Santa Fe, una de ellas en la ciudad de Villa Cañás.
«Esta reestructuración se toma sin tener en cuenta el efecto negativo de la medida que afecta a toda la comunidad, primero porque dejan sin fuente de trabajo a los empleados y sus familias, pero también atentan contra el desarrollo de la comunidad que ha adoptado el sistema ofrecido por el banco», sostuvo.
Luego, señaló que «esto genera angustia e incertidumbre en todos los afectados, y desde el gremio ya hace tiempo venimos trabajando y pidiendo al Ministerio de Trabajo que organice una mesa con participación de los responsables en Argentina, de un banco que toma las medidas en España, porque allí está la casa central, y de los trabajadores».
Sin embargo, y por eso el endurecimiento del plan de lucha, no hay respuesta por parte de los propios directivos del Santander, con la anuencia de la Secretaría de Trabajo, que no ha convocado a audiencias.
Para la organización gremial, las decisiones de las autoridades del Santander «responden a un contexto de violencia laboral y deterioro de las condiciones de trabajo, que contrastan con el discurso del banco sobre el desarrollo humano y el progreso de las personas, como han manifestado en los últimos tiempos».



