(PR) En un contexto económico nacional complicado, distintos actores del comercio local comenzaron a describir su situación particular. Es el caso del distribuidor de mercadería alimenticia, Miguel Pandrich, comentó que “la distribuidora está trabajando de manera similar, en unidades, a los años 2019 o 2020, que es lo que tenemos que tomar como medida, porque luego vino una explosión de consumo con la pandemia, que de un viernes al lunes explotó el trabajo, porque parecía que para la gente se terminaba el mundo”.
Para el empresario las ventas se incrementaron “muchísimo durante la pandemia, un 30 o 40%”, y luego “llegó el tema de la inflación, entonces, si a la gente le sobraban tres ‘mangos’, compraba mercadería para protegerse”.
En este marco, planteó que “los comerciantes estaban sobrestockeados, y las ventas un poco confundidas por esta explosión inesperada. Antes estábamos todos sobrestockeados, entonces llegó el año 2024, y los precios empezaron a bajar en los productos alimenticios y otros hace cinco o seis meses que no aumentan. Al haber tanto sobrestock es lógico que haya menos ventas, pero también hay que ver qué hace cada uno para mantener las ventas robando mercados, porque esa es la única forma en tiempos de crisis”.
Con más de medio siglo trabajando en el rubro comercial, Pandrich aseguró que “estoy acostumbrado a vivir con inflación y sin inflación. En lo personal prefiero que no haya inflación, por eso me critica todo el mundo porque digo que el mejor gobierno fue el de (Carlos Saúl) Menem, cuando no había inflación”.
Consultado sobre la coyuntura nacional y la administración de Javier Milei, el empresario fue contundente: “La democracia considero que es la desgracia más grande que nos pasó en el país, porque los últimos 40 años fueron de decadencia, y la política de este gobierno es la que a mí me gusta, con precios medianamente sin inflación, entonces te podes programar hacia adelante”.
Pandrich, fiel a las políticas financieras de la vieja escuela, tiene distribuidos “los huevos en varias canastas”. Así, además de la distribuidora Santa Fe Alimentos, cuenta con otras unidades de negocios, como la firma Dismet dedicada a la comercialización de materiales para la construcción.
“En lo que es construcción construimos, más que nada, para nosotros, pero seguimos trabajando normalmente. En la fábrica metalúrgica tuvimos los primeros cuatro meses del año sin ventas, y sobrevivimos con lo que teníamos pendiente de 2023, y desde mayo en adelante estamos trabajando normal”, afirmó el empresario.
Reconoció, sin embargo, que “se está vendiendo menos porque no hay obra pública. En este rubro se está trabajando más en forma directa con la Municipalidad, y después algunas obras privadas que vamos agarrando. No nos quejamos de cómo nos va”.
Optimista, ante todo, Pandrich consideró que “yo tengo fe que esto va a seguir bien si no ocurre nada raro”, y citó como ejemplo del “cambio”, que en la Capital Federal “ya no se habla más de los cortes de calles de los piqueteros, y son cosas que orientan para que seamos un país en serio. Falta que los políticos se pongan los pantalones largos y hagan algo con el tema de la inseguridad y las penas a los delincuentes, y nada más”.
Sobre el estado de la ciudad, señaló que “veo que mejoró mucho en el tema pavimento, que es un mérito del gobierno municipal que se encarga de hacerlo, pero también del pueblo que lo paga. También se mejoró mucho la iluminación, y si la ciudad está sucia es porque somos sucios los habitantes, porque el Municipio limpia permanentemente. Creo que se está aprovechando el momento político de tener en la provincia un gobierno a favor para hacer las obras que Venado Tuerto precisa”.
