La ley de Paridad recibió media sanción en la Cámara de Diputados de la provincia y comenzó su discusión en el ámbito del Senado santafecino. En ese marco, fueron exhibiéndose públicamente las posiciones de los distintos bloques y senadores al respecto de la norma que, en sus consideraciones generales, establece la integración de un 50% de cada sexo en los órganos colegiados con representación parlamentaria. La iniciativa plantea que en toda lista de candidatos de los partidos políticos, alianzas o confederaciones para elecciones provinciales, municipales, comunales o convencionales constituyentes, tengan que ubicarse alternativamente personas de diferente sexo, concretando el principio de un reclamo histórico referido a la incorporación de la mujer en los espacios de decisión.
Durante la sesión en que se dio aprobación al proyecto, el diputado Carlos Del Frade leyó una carta de su compañera de bancada, la venadense Mercedes Meier, que estaba con licencia por maternidad: “es posible que alguien que desconoce la realidad de nuestra sociedad dijera: si la mitad de la población son mujeres, y éstas tienen igual idoneidad y capacidad de desarrollarse en todos los ámbitos que los varones, sería lógico, obvio, indiscutible que la representación parlamentaria tenga iguales proporciones que la sociedad. Pero sólo hace falta ver cuántas mujeres hay sentadas en una banca de diputados o senadores, y cuántas hubo en gestiones anteriores para notar que lo obvio, no lo es. Evidentemente se nos ha condenado en general a un rol vinculado a responsabilidades domésticas, privadas, donde las sociales y de participación colectiva quedan limitadas a los varones. Son siglos enteros de construcción de un sistema ideológico, político, económico y social que nos ha encajado en ese lugar”.
Por su parte, el senador departamental por la Unión Cívica Radical, Lisandro Enrico, se manifestó en contra de la iniciativa planteando que es impracticable para la realidad de las comunas y que no es una prioridad en la agenda pública del momento: “me parece que el proyecto tal como vino no tiene el consenso para ser tratado. Es muy difícil exigir en las localidades pequeñas que para que una lista se oficialice tenga que haber un intercalado entre mujeres y hombres. Imponer un criterio así genera resistencia. A veces una lista no expresa una cuestión de sexo, sino de personas que quieren colaborar y tienen actitud de contribuir”, dijo.
En relación a las alternativas para aportar en la discusión de la normativa, Enrico no sugirió ninguna modificación, sino que aseguró que votará en contra y que no considera que sea el momento ni las formas para discutir la problemática.
“Hay temas que son más requeridos por la sociedad. Se puede establecer un mecanismo de mayor incorporación en la lista de diputados, pero imponerlo en las comunas es difícil. Así planteado es poco democrático. La participación de las mujeres se va dando de a poco. Que una persona esté porque es mujer o que no esté porque es hombre, no puede ser. Lo que legislaron no recorrieron un pueblo pequeño”, agregó.
