(PR/Pablo Salinas) En el Día de la Restauración de la Democracia, este martes el ex intendente Ernesto De Mattia, primer mandatario local luego de la última dictadura militar, participó en el Concejo Municipal de la asunción de Santiago Meardi como presidente del cuerpo deliberativo.
Tras la ceremonia oficial, que también contó con la presencia del intendente Leonel Chiarella, De Mattia se animó a rememorar aquel 10 de diciembre de 1983, cuando le tocó la responsabilidad de ocupar el “Sillón de Aufranc”: “Veníamos de muchos años de dictadura, alejados de la actividad política o en la clandestinidad política, y cada año sentimos que hemos contribuido de forma positiva y constructiva para el afianzamiento definitivo de la democracia”.
Reconoció, sin embargo, que “hay saldos pendientes desde el punto de vista de la consolidación democrática y del comportamiento institucional, que no se pueden resolver en 40 años, que son apenas un pedacito en la historia después de tanto daño que hicieron las dictaduras que tuvimos en Argentina”.
En cuanto a la asunción de Santiago Meardi al frente del Legislativo local, De Mattia señaló que “se está produciendo un cambio generacional, y me parece bien, porque se renovó con gente que no tuvo la desgracia que sufrimos nosotros de vivir las dictaduras y salir a pelear por una reivindicación fuerte y un paradigma que nos transmitió en su momento Raúl Alfonsín, que era el paradigma de la libertad y la democracia”.
A partir de esta definición, el ex intendente consideró que para las nuevas generaciones “su trabajo político no es nostálgico, es constructivo a partir de nuevos momentos de la sociedad en su conjunto. Si hubiese quedado atrapada en nuestra generación sería mucho más nostálgica y pendiente de aquel sacrificio que hicimos”.
De Mattia también mostró su respaldo a las actuales administraciones en la provincia y el municipio al afirmar: “Acompaño con entusiasmo a estos jóvenes que tienen una mirada constructiva y de futuro, con tanto entusiasmo, y están transitando en la provincia y la ciudad un camino positivo”.
El caudillo radical dejó para el final un llamado a la reflexión: “Veo con un poco de preocupación algunos atrasos en la democracia en temas sociales. En el país se están dando índices muy negativos desde el punto de vista de la salud, la educación, la alimentación, y con una creciente pobreza. Igual la democracia seguirá construyendo, seguirá hacia adelante, esta generación lo hace con absoluta libertad, no está pendiente de riesgos institucionales, y si alguien lo intentase se encontraría con la resistencia de estos jóvenes”.
