(PR) “Hola, yo soy Roquelina tengo 28 años y soy camionera” así se presenta esta joven que el 14 de marzo de 2020 se animó a transformar su vida y con el apoyo de su familia y amigos se subió a un camión.
Roquelina nació en Goya (Corrientes) aunque desde hace 25 años vive en Chovet. Ella cuenta que su pasión por los fierros data de mucho años, durante tres años fue aprendiz y así cada minuto se volvió una oportunidad nueva para aprender acerca de este oficio que aunque siempre estuvo liderado por hombres hoy las mujeres ganan cada vez más terreno. Sus padres, hermanos y hasta sobrinos fueron quienes la apoyaron para seguir su sueño y así fue que en la cosecha del año pasado ella comenzó a viajar.
Arriba de su Iveco, Roquelina recorrió las rutas argentinas transportando cereales y fertilizantes. Su camino fue aún más difícil teniendo en cuenta que nadie de su familia se desempeña en esta actividad por lo que sola debió abrirse camino “ejercer este oficio siendo mujer es muy gratificante y constructivo para mí. Me siento satisfecha de haber logrado mis propósitos” contó con orgullo y con la emoción de saber que logró superar aquello que tan difícil parecía.
Pero ella no es la única. Cuenta que si bien siguen siendo minoría cada vez más mujeres se animan e incluso han creado diferentes canales de comunicación a través de los cuáles intercambian consejos, experiencias y datos que les sirven para el día a día en el camión. Entre ellos, un grupo de WhatsApp y de Facebook al que llamaron “Camioneras sin Límites”.
En cuanto a la relación con sus colegas varones, Roquelina contó que es excelente: “ellos siempre me ayudan cuando lo necesito, siempre están predispuestos y no hacen diferencias con nosotras” cuenta mientras agrega que piensa seguir siendo transportista “por unos años más”.
En el día a día afronta las tareas como controlar el estado de su vehículo, evaluar las rutas por donde debe circular y también pasa largas jornadas en los puertos.
“No importa los obstáculos, lo único imposible es aquello que no intentas. Si yo pude, todas podemos. Que los miedos sean retos. Deseo que nuestra profesión sea inspiración para todos” concluye segura de que eligió lo que su corazón deseaba y entonces, todo estará bien.
