(PR) Alertado por consumos problemáticos incluso en niños, el referente de la asociación Espacio Ariel, Sergio Appa, se refirió a nuevas modas como el “vapeo”, los “globos” y la droga “terrorista”, la corta edad desde la que empiezan a consumir y la poca presencia de los adultos.
Sergio Appa es acompañante terapéutico en adicciones, hace 12 años fundó este espacio desde el cual acompaña a familias que atraviesan la difícil situación y principalmente trabaja en la prevención desgraciadamente hoy el sistema de salud está estallado. Hoy tenemos un montón de jóvenes a los que no podemos salvar, porque encima tenemos una ley de salud mental que no nos acompaña en los procesos. Entonces, para no perder más a nadie tenemos que prevenir, resaltó.
Necesitamos trabajar sobre lo emocional porque todo viene desde ahí. Hay una gran faltante de afecto y muchas veces la familia no se da cuenta de estas cosas o bien lo naturaliza, planteó Appa. Si bien el profesional reconoció que se trata de una problemática multicausal hizo hincapié en el rol clave del circulo más cercano. Un niño que tiene claro su identidad y empieza a soñar y a tener proyectos seguramente no se va a drogar. La primera escuela es la familia. La prevención siempre empieza en casa, es fundamental el cuidado de nuestros chicos, donde están, con quien, revisar sus mochilas, sumó.
Mes a mes, Espacio Ariel comparte diferentes actividades con instituciones del sur de Santa Fe, oeste de Buenos Aires y centro de Córdoba. El sur de Santa Fe está muy complicado. Estamos empezando a ver en localidades chiquitas un consumo terrible, donde antes se resguardaban. Nos están pidiendo ayuda desde todas las localidades, detalló el terapeuta.
Nadie está exento, tenemos que ir a las charlas, preguntar, asesorarnos porque todos tenemos un familiar, amigo, conocido al que podemos ayudar. Hoy hay familias con miedo, y el qué dirán también influye y ante estas situaciones, trabajamos de forma personalizada, reservamos la identidad de la persona, agregó.
Desde el primero de enero a la fecha llevamos 13 jóvenes recuperados pero deben haber quedado unos mil en el camino, o que todavía están recuperándose, que van y vienen de las granjas. Yo estuve ahí y es dificilísimo salir, reflexionó Appa. La voluntad es lo primero que te quiebra la droga y lo más difícil de recuperar, esta enfermedad funciona a base de malestares. Más malestar, más consumís y llega un momento donde no lo podés controlar. Es muy difícil salir por eso es muy importante no entrar, enfatizó.
El ”Vaper”, se encuentra entre las nuevas adicciones entre niños de primaria, tuvimos más de 80 consultas de padres que tenían la idea que el vaper era saludable y que venía a cubrir el lugar del cigarrillo. Entonces, tenemos chicos de 8 o 9 años fumando y yo pregunto ¿ves fumar a tu hijo, no te llama la atención?. En cuanto a la composición de estos dispositivos electrónicos el entrevistado explicó que funcionan con una sustancia que trae materiales cancerígenos y metálicos que se alojan en los pulmones.
Por otro lado, Appa se refirió a otra inquietud presente en la comunidad respecto de los jóvenes que consumen óxido nitroso en Buenos Aires las mamás nos llaman porque encuentran globos en las mochilas. Esto es una anestesia, se consigue a muy bajo costo y provoca arritmia, paro cardíaco, alucinaciones.
Finalmente, el director del Espacio, Ariel, mencionó que la SEDRONAR informó de la droga terrorista, una droga sirio-libanes que se usa en las guerras, que te saca el dolor y el miedo. En La Matanza ya la encontramos. La droga está haciendo catástrofes porque desinhibe a la persona y ésta termina haciendo estragos. Hoy detrás de la violencia de género, del robo y de un montón de situaciones que perjudican a la sociedad, si buscas siempre está el consumo problemático.
A modo de conclusión, Appa destacó: La mejor prevención es empezar a mirar a nuestros hijos, empezar a poner límites, los límites son amor. Hoy tenemos padres muy culposos y con muy poca responsabilidad. Y no generalizo, para ser papá lo primero que hay que ser es buena persona. No hay claves mágicas, no hay garantías.
