El universo inmobiliario es uno de los sectores en donde las proyecciones de optimismo calan más hondo. Por ser un objetivo de inversiones tradicional, en buena medida la actividad económica encuentra un termómetro en la trayectoria inmobiliaria. Sin embargo, la situación del rubro no mejora y durante este año no se produjeron las operaciones esperadas. “Está muy planchado, tuvimos unos últimos días de julio, que fue un veranito, y hoy está quieto. Estamos esperando la reactivación. Vemos muy alentador para el año que viene”, afirma Atilio Almada, representante del Círculo de Corredores Inmobiliarios.
De cualquier manera, según Almada, hay indicios de optimismo: el reflejo del entusiasmo de los grandes empresarios y la recomendación de determinados economistas de invertir en el mercado inmobiliario, son las razones que encuentra para justificar sus expectativas. “De no venir ningún factor climático, va a haber una buena cosecha y eso va a reactivar todo”, agrega.
La cartera de clientas en Venado es diversa. Hay actividades con gran capacidad de capitalización a través de la adquisición de inmuebles. A pesar de los buenos augurios de la cosecha, más allá de los contratiempos climáticos, este año no hubo gran inversión. Para Almada, una vez que la reactivación comiencen en la Ciudad de Buenos Aires encabezada por los grandes actores de la economía, esa tendencia irá descendiendo y expandiéndose por todo el país: «hoy los inversores están entre los industriales y hay muchos buscando casas por el ProCreAr, son varios los que están preguntando. Cuando a los grandes le va bien, yo creo que tracciona para abajo. Cuando empiece en Capital se distribuye a todo el país después”, resume.