El contexto de crisis económica y social que empieza a expandirse impuso la necesidad de buscar otras respuestas. Desde las organizaciones políticas y estructuras partidarias se fueron gestando asociaciones civiles que permiten complementar el trabajo social de los gobiernos. El caso del Perchero Solidario, por iniciativa del Partido Socialista, es uno de ellos: “Nosotros como partido socialista hacemos estas actividades, y más allá de ser gobierno o no, el partido tiene que correr por izquierda al gobierno. Esta es una actividad que salió desde el seno del partido. Estamos ayudando a gente que lo necesita”, comenta Guillermo Gorosito, delegado del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia.
La agudización de la vulnerabilidad de los sectores más desprotegidos y la lenta caída bajo la línea de la pobreza de una parte de los sectores medios y asalariados, acarrean urgencias y nuevas interpelaciones a las instituciones. “La situación es compleja, a mí me toca recorrer la región. Hay como cierta expectativa de cambio, de mejoramiento, pero uno ve el aumento de servicios, de precios, hay un estallido latente, se está esperando que algo pase. La cosa está complicada, preocupa. Uno escucha a Macri y da esperanza, que va a cambiar el segundo semestre, que va a bajar la inflación, pero las medidas reales dicen todo lo contrario”, desliza Gorosito.
En lo que va del año, según un promedio de las estimaciones de consultoras y centros de estudios, hay alrededor de 1.500.000 pobres más. “Nosotros nos manejamos con los datos de la UCA. El incremento se replica en todos los grandes conglomerados. El año pasado era el 29% y ahora es del 35%. Y este informe fue hecho antes de las boletas de gas, creo que es bastante más lo que creció”, agrega.
La generación de empleo en las comunas y municipios, y la posibilidad de salidas que amortiguen los impactos de la crisis a través de programas sociales, fueron disminuyendo desde la asunción del nuevo gobierno nacional, que decidió revertir ese proceso. En las localidades de la región, en estas circunstancias, temen que el estallido sea inminente. No se puede soportar demasiado la desposesión: “Yo charlo con los asistentes sociales, y dicen que la situación está complicada. La gente se acerca mucho a solicitar informes para acceder a tarifas sociales. Hay muchos que no conocían el área social y ahora tienen que apelar a eso”, afirma el funcionario provincial.
