(PR/NormaMigueles)En la jornada del martes los restos de Marina Espíndola se velaron en la localidad de Murphy. Luego de recibir cristiana sepultura más de un centenar de vecinas y vecinos se acercaron a la sede de la Sub Comisaría 10º pasadas las 17. Hubo momentos de tensión, ante una fuerte presencia policial y los manifestantes, no solo realizaron pintadas contra la policía, sino que arrojaron piedras, huevazos y salivazos, ocasionando ruptura de vidrios.
Las explicaciones brindadas por el sub jefe de la URVIII Oscar Romero y el delegado del Ministerio de Seguridad Sergio Maidana, no alcanzaron para conformar los reclamos de las manifestantes que querían que el jefe de la repartición de Murphy saliera a “dar la cara”.
La manifestación continuó hasta cercanas las 23:00 cuando las autoridades accedieron a la citación que la fiscal Cavallero había hecho a Marina en el mes de diciembre, quedando demostrado en cierta forma que las denuncias no habían quedado “cajoneadas”, y ya calmados lo ánimos se desactivó la movida.
Desde la delegación ministerial se confirmó que ayer había arribado personal del área Género del Ministerio de Seguridad para reunirse con la familia de Marina y hoy también llegaban desde la Secretarìa de Control Policial a los efectos de verificar que no se haya actuado contrario a las normativas vigentes o cometido un delito. También y a los efectos de aplacar los ánimos se trasladó al jefe de la sub Comisaría 10º.
El tiempo va acallar voces, a lo mejor cerrar heridas, pero siempre quedará la duda ¿el Estado a través de sus distintos actores pudo evitar este femicidio, a solo cuatro meses de otro hecho donde un policía también asesinó a su ex pareja?
RUPTURA TORMENTOSA
Marina Espíndola y Gabriel Robles mantuvieron una relación de seis años, que se terminó a mediados de 2021. Ambos vivían en la localidad de Murphy y tenían hijos propios, (tres Marina y dos Gabriel). El era empleado policial y hacía unos dìas, por el conflicto que generaba la ruptura de la relación, se lo trasladó a prestar servicio en Melincuè.
Varias personas que lo conocían estuvieron dispuestas a asegurar que el policía era un hombre violento y que “perseguía” a Marina luego de la ruptura.
De hecho en una de las denuncias la mujer relató que Gabriel se presentaba en su casa, trabajo, que la llamaba de teléfonos no identificados y que incluso se presentó en un lugar bailable donde había ido con amigas, hasta que tuvo que retirarse, porque todo el tiempo se acercaba para hablar con ella a pesar de su negativa. Sin embargo en sus presentaciones y denuncias la mujer nunca manifestó (o no se tomó nota) de que le tenía miedo, pero si le molestaba la constante presencia de su ex pareja en su vida.
En las primeras horas de la madrugada del martes 25, Gabriel Robles irrumpió violentamente en la casa de Marina. En la casa solo estaban la mujer y su hijo de 11 años. El niño huyó asustado a la casa del vecino a pedir ayuda, desde allí escucharon los disparos y se llamó a la policía. Al ingresar tras pedir autorización a Fiscalía, ya que la casa estaba cerrada, hallaron el cuerpo ya sin vida de la mujer y con una herida en el rostro el hombre en y un charco de sangre. Dos horas después falleció en el Hospital Regional de Venado Tuerto.
LAS DENUNCIAS
El 21 de octubre ingreso la primera presentación de Marina, respecto a las molestias que le causaba Robles, pero no quiso efectuar denuncia. Su presencia quedó registrada en el libro de guardia de la Comisaría. Ante una nueva invitación a realizar denuncia la mujer se negó y se elevó informe al fiscal de turno Ivan Raposo. En la oportunidad tomó intervención la Jueza de pequeñas causas de la localidad .
El 18 de noviembre ingreso una nueva denuncia de Espìndola contra Robles. Por orden de Fiscalía se informa a Sección Judiciales de la URVIII, se le retiró el arma al policía y se lo notifica de prohibición de acercamiento y contacto con la denunciante. Interviniendo la Jueza de Pequeñas causas.
El 27 de noviembre un hombre expuso que era molestado cotidianamente por el policía a raíz de su relación con Espíndola. Ante esta situación los superiores solicitaron que se trasladara con otro destino a Robles, se realice un examen psicológico y se le retire el arma reglamentaria.
Posteriormente Robles presentó el alta de su psicólogo particular y tras presentarse ante la junta médica se lo destinó a prestar servicios en Melincuè y se le devolvió el arma.
LA CAUSA
Respecto al futuro de la causa el fiscal en feria Horacio Puyrredòn explicó que “se divide en dos grandes ramas, por un lado el homicidio que estaría cerrado porque el autor también falleció, en consecuencia la acción penal queda extinta. Por otra lado ayer libramos oficios requiriendo información respecto a que si hay denuncias sobre el comportamiento de Robles los últimos tres años”.
Al analizar cuestiones previas el fiscal evaluó que la citación a Venado Tuerto que hizo su par Andrea Cavallero -quien está abocada a las causas de violencia familiar y de género- a Marina Espìndola, podría estar relacionada con un seguimiento para ver cómo evolucionaba la situación, sobre todo teniendo en cuenta que en las denuncias estaba mencionado un personal policial, y de ser necesario recalificar la causa, teniendo en cuenta la cuestión de género, pero no hay registro de su presentación.
Puyrredón explicó que en un intervención suya en noviembre, ya había ordenado que el femicida que no se le acercara a la víctima. Por otra parte y acuerdo a las pruebas recabadas, en cada presentación Espíndola hablaba de “molestias” en su trabajo o su casa y aclaraba que de ser necesaria iba a radicar denuncia, “pero este tipo de situaciones no constituyen delito, por lo que el tratamiento se derivó al juzgado de pequeñas causas de Murphy, donde vivían la mujer y el femicida Gabriel Robles”, indicó.
El funcionario del MPS indicó que además de dos presentaciones hay un informe telefónico con el fiscal de turno en ese momento (Ivan Raposo) sobre una exposición respecto a molestias a las que era sometida Espíndola, sobre la cual solo quedó un registro en el libro de la guardia. En esa oportunidad Raposo pidió que se la invitara a hacer la denuncia, pero la mujer dijo que lo haría en otra oportunidad.
Foto Gentileza – Radio Jota