(PR/Norma Migueles) Hace un año, un grupo de padres incentivados por el profesor Francisco Avalos armó una escuelita de fútbol en la incipiente canchita en Bv. Solís y General Savio de la ciudad de Firmat.

Actualmente, su continuidad depende del apoyo de la férrea voluntad de media docena de madres y padres, pero en la medida que la escuelita crecía acordaron que no sólo había que trabajar para incentivar a los chicos en la práctica deportiva y alejarlos de las calles, entonces organizaron un merendero y con el tiempo sumaron una escuela de baile, a la que asisten unas 20 nenas .

Hoy, entre 50 y 60 niños participan de la propuesta y la pequeña comunidad quiere seguir creciendo para atender mejor a sus niños y también a quienes los visitan en los torneos.
Por otra parte, y sabiendo la importancia de brindar una alimentación adecuada a los chicos, abrieron el merendero que funciona los lunes con ayuda de la Municipalidad de Firmat, pero pretenden abrir las puertas todos los días. En ese espacio, no solo se comparte la merienda, también es el lugar de festejo de cumpleaños, con torta incluida.

«Queremos dar a conocer a nuestra comunidad cómo funcionamos, qué hacemos y pedir que más gente se sume y colabore con esta tarea. Nuestro próximo objetivo es hacer los baños para que el público que asiste a los torneos tenga adónde ir», indicó Mica Alarcón, una madre colaboradora.
A continuación, agregó que «hasta ahora nos sostenemos haciendo polladas y vendiendo rifas para pagar los viajes de los chicos cuando los invitan a participar de otros lugares».

En este momento, los voluntarios son cinco padres y tres madres. Seguramente, y en la medida que la labor solidaria de estos vecinos firmatenses se vaya conociendo, aparecerán padrinos que apoyen esta desinteresada labor social que cumplen los clubes de barrio, que a veces nacen en una modesta canchita, pero que sacan de la calle a centenares de niños.

Acercarse al lugar, conocer a los actores cotidianos, sus ilusiones y sus proyectos puede cambiar la realidad y el futuro de muchísimos chicos.

















