(Redacción Rosario) En declaraciones al programa Los días contados (Canal 5), el ex funcionario de la gestión socialista y reconocido criminólogo, Enrique Font, acusó al Gobierno provincial de negarse a producir información pública sobre homicidios y de manipular los datos. Desde el oficialismo insisten en que las cifras difundidas mienten y que “hablar de una guerra narco es absurdo”.
Font, ex secretario de Seguridad Comunitaria, aseguró que “la Provincia se ha negado a producir información pública sobre los homicidios, ha manipulado esos datos también, en términos de interpretaciones”.
“El gobierno presentó todos los homicidios como si fueran violencia personal –añadió Font–, algo que en términos metodológicos es salvaje, y decían que sólo era inseguridad los homicidios en ocasión de robo”.
Para el criminólogo, la tergiversación de datos “impide que hoy pueda plantarse alguien con información pública básica y fiable sobre los homicidios que se cometieron”, y agregó que “en los últimos años, Rosario se ha despegado de lo que es la media de homicidios dolosos para ciudades de la misma escala”.
De ese vacío de información, precisamente, se aferró el secretario de Seguridad Pública, Matías Drivet, para refutar el trabajo de la UNR: “Afirmar que desde 2004 hasta hoy hubo en Rosario 1.000 asesinatos vinculados al tráfico de drogas es mentir, y decir que aquí hay una guerra narco es un absurdo, o por lo menos una grosera licencia de lenguaje”, dijo el funcionario, para quien la difusión del material guarda una obvia relación con la campaña electoral en curso.
En ese sentido, recordó que “en la presentación del informe (hace un mes atrás) estaba Jorge Obeid en primera fila”.
Font, por su parte, aseveró que la polémica se debe a que “la provincia se ha negado a producir información pública sobre los homicidios y ha manipulado esos datos”.
La información recabada por la UNR sirvió de fuente para el documental Calles perdidas, elaborado por la Dirección de Comunicación Multimedial de esa casa de altos estudios, en el cual se sostiene que el negocio narco mueve en la provincia más de 2.000 millones de pesos anuales, que hay más de 400 kioscos que recaudan unos 25 mil pesos diarios cada uno, y sobornan a la policía con alrededor de 1.500 pesos por día para funcionar.
Para Drivet, en tanto, el documental que fue declarado de interés municipal por el Concejo –oficialismo incluido– redunda en errores técnicos: “Se basaron en noticias periodísticas que no tienen rigor científico, es decir, en base al seguimiento de causas judiciales”, evaluó el funcionario.
“Al analizar homicidios vinculados con las drogas, se detalló que en 2004 esos crímenes no pasaban en Rosario de los 70 casos anuales, mientras que desde la Subsecretaría de Investigación Criminal tenemos que en Rosario hubo durante 2004 77 homicidios dolosos. Por lo tanto, si seguimos el informe de la UNR, tendríamos que interpretar que casi todos los crímenes fueron por cuestiones narco: es completamente insostenible”, se explayó Drivet.
La crítica de Drivet apunta a que instalaron como crímenes del narcotráfico a la totalidad de homicidios dolosos, cuya naturaleza es mucho más heterogénea que esa causa. “Dicen que el año pasado superaron los 160 casos, y nosotros tenemos contabilizados que durante 2012 hubo 157 homicidios dolosos, de los cuales el 25 por ciento fue presumiblemente vinculado al narcotráfico. En el primer semestre de este año, según datos preliminares de la Subsecretaría de Investigación Criminal, tenemos 97 homicidios dolosos, de los cuales el 23,7 por ciento, según el seguimiento de causas judiciales, podría estar vinculado con el narcotráfico”.
Drivet también negó que, como apunta el documental, el 90 por ciento de los crímenes de este año hayan tenido como víctimas a jóvenes de entre 18 y 25 años. “Según datos propios, las personas de entre 18 y 25 que fueron víctimas de homicidios dolosos en lo que va de este año es el 28,8 por ciento, sólo 9 casos posiblemente tengan alguna vinculación con el narcotráfico, y en 2012 el 34,3 por ciento de las víctimas correspondió a esa franja etárea”, sostuvo.
“Decir que hay una guerra narco es un absurdo, o una grosera licencia del lenguaje. Hay en Rosario y alrededores problemas de violencia y delitos complejos similares a otras áreas metropolitanas similares, con 1,5 millón de habitantes y en Latinoamérica”, añadió Drivet.
“La diferencia es que en Santa Fe existe una decisión indudable del gobierno provincial de enfrentar frontalmente al narcotráfico, codo a codo con la Justicia y las brigadas policiales, y los resultados están a la vista, como en el caso de la investigación sobre la banda Los Monos. Si hubiera un trabajo coordinado con otros sectores con responsabilidad directa en la materia, el resultado sería mejor aún”, planteó el funcionario provincial.
Para Drivet, “el documental puede decir lo que quiera, pero no es serio que a partir de eso se saquen conclusiones, no hay que tirar números a la marchanta”, se quejó.
Ante la reacción oficialista, uno de los impulsores del proyecto documental, el vicerrector de la UNR, Eduardo Seminara, se negó a “contestar agravios personales. Es un trabajo realizado desde la Universidad y no se la puede ensuciar de la manera que he visto”, dijo el docente.
“El documental se presentó el mes pasado, no podemos hacernos cargo de la interpretación que haya hecho un periodista de ese material. El informe muestra el crecimiento de la violencia traducido en homicidios, y eso es insoslayable”, sentenció.


