La situación económica local viene siguiendo los compases de quebranto que viene reflejando el contexto nacional. Con el combinado entre devaluación, tarifazos e inflación descontrolada, la realidad de la mayoría de los argentinos sufrió un fuerte cimbronazo que se manifiesta en caída del consumo, pérdida de puestos de trabajo, contracción de la actividad industrial, suba de costos, apertura indiscriminada de importaciones y deterioro del poder adquisitivo de los salarios.
“Solamente los sectores agroindustriales, exportadores y la renta financiera son los que ganaron en estos seis meses con las medidas implementadas. Hubo una gran transferencia de los sectores asalariados a esos sectores, a través de la pérdida del poder adquisitivo del salario. Todas las paritarias cerraron por debajo de la inflación. Eso hace una retracción en la pequeña y mediana empresa, y en todos los sectores se perdieron puestos de trabajo”, sintetiza el economista, Daniel Tonso.
Recientemente la Cámara de Diputados de la Nación aprobó una ley de incentivos fiscales para las empresas que incorporen en vehículos y maquinarias agrícolas componentes nacionales. El proyecto prevé un reintegro que comienza en el 4%, si la integración nacional alcanza un 20%, y asciende a un 10% cuando los componentes representan el 30% y hasta un 15% para los casos que lleguen al 40% de componentes locales. Es una de las formas que la oposición logró para filtrar una medida de protección en el marco de un desamparo inédito de la industria nacional ante el aluvión importador y las ventajas para los capitales concentrados y globales.
“Todo lo que signifique elevar el dólar, implica incrementar los precios, porque tengan o no un componente en dólar, está dado por la idiosincrasia. Si los industriales no tienen un dólar competitivo a un valor de 15, como ahora, eso trae aparejado que el sector de la industria nacional tenga un deterioro muy importante, más del que tuvo en estos seis meses. No pasa por tocar el valor del dólar para tener más competitividad, debería fortalecerse el mercado interno, que no haya una invasión de bienes extranjeros, porque todo producto que viene desde afuera, está pagando un salario de una persona que no es Argentina y que son menores en dólares”, comenta Tonso.
En relación a las versiones sobre el ingreso de partes desde la India para abastecer las fabricaciones de Corven, el economista resume lo paradigmático de este caso: “si se reduce el poder adquisitivo de los asalariados es poco probable que se compren motos, porque son esos sectores los que utilizan su salario en el consumo”.
