(PR/NormaMigueles)El domingo por la tarde, organizada por la familia y amigos de Geovani Herrera, el cobrador colombiano asesinado en la noche del martes 12 de abril pasado, se realizó una marcha pacífica pidiendo justicia para por su homicidio.
La comunidad colombiana que vive en Venado respondió a la convocatoria de Sandra, hermana de la víctima, vestidos de blanco la mayoría, portando globos del mismo color, pancartas y la bandera colombiana.
La comitiva salió de San Martín al 2400, vivienda de Sandra y donde desde hacía tres meses también Geovani, hasta llegar a la explanada de la Catedral, donde entonaron una canción en recuerdo al desaparecido, con hondas expresiones de dolor.
Al respecto Eduardo Ruhl, esposo de Sandra desde hace 18 años, recordó que su cuñado viajó desde Colombia para forjarse un futuro para él y su familia, ya que era padre de tres niños, “queremos que la justicia siga trabajando con la misma seriedad que lo hicieron hasta ahora, al igual que la policía. Fue un crimen con alevosía, no nos dieron tiempo a juntar la plata, lo mataron, lo quemaron, queremos que les den prisión perpetua”, alegó.
El hombre ratificó que Geovani ese día tenía que ir a la vivienda donde fue ultimado. “No tenía problema con nadie, hacía tres meses que estaba en Argentina, vino para hacer un trabajo y susbsistir con la ayuda de la hermana. Dejo tres hijos en Colombia, de 5, 16 y 25 años. Es una pana como quedó destruida esa familia”, lamentó.
El homicidio tuvo repercusión no solo en esta ciudad, sino también en medios masivos nacionales y la noticia también tomó estado público en Colombia, por lo inédito y la crueldad de los homicidas.
Cabe recordar que Geovani Herrera trabajaba como cobrador de su hermana quien realizaba pequeños préstamos, sobre todo a comercios, a los que cobraba con cierta periodicidad. La familia tenía anteriormente otro cobrador de la misma nacionalidad, pero unos días atrás retorno a su país.
Lo curioso es que esta persona le habría manifestado a su sucesor mientras le enseñaba el oficio, que le podría secuestrar un hijo y pedir un rescate a la prestamista.
