Un estudio señala que el joven asesinado en Villa Gesell el 18 de enero de 2020 no murió en la vereda. «Para nosotros falleció en el lugar», aseguró Fernando Burlando, abogado de la querella, ante esta nueva revelación. Fuentes judiciales afirman que se podría refutar la sentencia.
Un electrocardiograma confirma que Fernando Báez Sosa no murió en la vereda como se había establecido en el juicio por su muerte, que se realizó en enero de este año y por el que fueron condenados a prisión perpetua Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Luciano Pertossi, Ciro Pertossi y Matías Benicelli. El informe médico del 18 de enero establece que el adolescente golpeado en las cercanías del boliche Le Brique falleció en el hospital y contradice las versiones de varios de los testigos que dijeron que «no tenía signos vitales» cuando fue atendido en la vereda. La potencial mala praxis médica vuelve a estar en el centro de la escena como elemento clave de la defensa para desestimar la sentencia.
El abogado que representa a la familia de la víctima, Fernando Burlando, aseguró al portal El Destape que estos signos vitales que se ven en el electro pueden responder a cierta medicación. «Para nosotros falleció en el lugar», ratificó. Fuentes judiciales afirman que el informe no había sido incorporado a la causa, que se había ocultado, y señalan que con él se podría refutar la sentencia que condenó a cinco de los acusados a prisión perpetua y a Lucas Pertossi, Ayrton Viollaz y Blas Cinalli, a 15 años de prisión. Burlando, por su parte, afirma que la prueba no se incorporó en su momento a pedido de la defensa. La aparición de este nuevo informe podría abrir un nuevo escenario judicial, mientras se aguarda la decisión del Tribunal de Casación Penal ante las apelaciones de ambas partes.
El 6 de febrero, los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lázzari y Christian Rabaia consideraron por unanimidad que las pruebas recabadas fueron suficientes para dar por convalidado el delito de «homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas». No obstante, dictaron una condena diferenciada, porque entendieron que Thomsen, Comelli, Luciano Pertossi, Ciro Pertossi y Benicelli actuaron en el marco de un plan criminal para dar muerte al adolescente pero «no todos hicieron todo», a diferencia de lo que habían planteado tanto la fiscalía como los abogados de los familiares de la víctima. Como para el tribunal no tuvieron todos un aporte esencial en el hecho, cinco fueron condenados como coautores y otros tres, como partícipes secundarios.
Los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García destacaron en su pedido ante Casación que todos los acusados fueron coautores, tal como habían remarcado ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de la ciudad de Dolores. Burlando junto a su colega Fabián Améndola, en calidad de particular damnificado de los padres de la víctima, acompañaron este pedido para que todos los acusados reciban condenas perpetuas. Por su parte, el abogado Hugo Tomei insistió con varios planteos de nulidad contra la investigación y volvió a destacar que la sentencia del tribunal no tuvo en cuenta el principio de «incongruencia», es decir, que hubo diferencias entre la imputación original y la sostenida durante el pedido de penas por parte de ambas partes acusadoras.
En este contexto, el informe que se filtró en las últimas horas puede jugar un papel fundamental y se espera que la defensa retome nuevamente su estrategia de cuestionar a los médicos que atendieron a Fernando. Fuentes de la causa aseguran que Tomei está muy molesto con la fiscalía porque considera que ocultó prueba favorable a la defensa durante tres años y entiende que los datos que ahí constan refutan la sentencia. Burlando, por su parte, destacó que el informe «estaba y el abogado no quiso incorporarlo».
La sala de Casación que debe definir el futuro de la causa es la misma que en julio de 2020 rechazó por «inadmisible» un recurso de «habeas corpus» de la defensa, que solicitaba la excarcelación de los acusados por entender que sufrían una «arbitraria privación de la libertad». Mientras tanto, los acusados continúan alojados en la Alcaidía del penal de Melchor Romero, en La Plata, a la espera de un posible traslado a una cárcel del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Fuente: Rosario 3