(PR/Gustavo Brianza y Santiago Córdoba) Este domingo 12 de enero se cumple el 105° aniversario del fallecimiento del maestro Cayetano Alberto Silva (1868-1920), compositor de la Marcha San Lorenzo. Por tal motivo, el Gobierno de Venado Tuerto le rinde homenaje a través de una serie de actividades.
A las 8, en el Cementerio Municipal, autoridades municipales y representantes de la Comisión Pro-Monumento Cayetano Silva, Asociación Amigos de la Casa Histórica y de otras instituciones culturales e históricas, colocaron una ofrenda floral frente al mausoleo donde descansan sus restos.
Luego, se colocó otra ofrenda en el monumento ubicado en la explanada de la estación del ferrocarril, donde el abogado e historiador Roberto Landaburu dijo unas palabras alusivas.
La historia del monumento a Cayetano Silva
Roberto Landaburu fue el presidente de la Comisión Pro-Monumento Cayetano Silva, que tuvo a su cargo la realización de la obra escultórica que está emplazada en la explanada de la estación ferroviaria de Venado Tuerto, en Sarmiento y Juan B. Justo.
«Concretar este monumento es un orgullo para Venado Tuerto, algunos integrantes de aquella comisión están con nosotros y otros ya no se encuentran, obviamente que cada nombre se encuentra en la placa que adorna este monumento. Fue Roberto Ledesma quien me convocó y me dijo que había realizado una serie de charlas en colegios y le propusieron rendir un homenaje a este señor que compuso la famosa Marcha San Lorenzo, que hoy en día está considerada como una de las segundas o terceras marchas más marciales del mundo», comenzó contando Landaburu en su discurso.
«En uno de esas charlas estuvo con Inés Gorosito, quien fue también la impulsora de todo esto, y la propuesta me conmovió y así se formó la comisión provisoria y luego la definitiva. Alumnos de los colegios de la ciudad ofrendaron llaves de bronce que tenían, las cuales se colocaban en una especie de botellón con el nombre de cada uno de ellos y después todo eso se vendió y esa plata se utilizó para pagar parte de este monumento», agregó en referencia a las llaves que se pueden ver en la escultura.
En otro tramo de su discurso recordó al artista Raúl Bertolini, quien tuvo a su cargo la realización de la escultura pero que, lamentablemente, no la pudo ver terminada y fue su hijo quien le dio los detalles finales a la obra, cuyo original se encuentra en la Casa Museo. Con la pieza hecha por Bertolini, la misma fue fundida por la firma Buchhass.
«Esta familia son fundidores de obras de arte, entre ellas han hecho la estatua del General San Martín, y le dedicaron un especial cariño a esta obra para Venado Tuerto, a punto tal que cuando la emplazamos, vino Roberto Buchhass a participar del acto», recordó.
En la misma línea, Landaburu señaló que tuvo que comprar una viola (que es lo que tocando Cayetano Silva en el monumento), la cual se recubrió y se fundió como parte integral de la estatua. «El Negro (como él menciona) manejaba todos los instrumentos no sólo los de viento, sino, como en este caso, también de cuerda».
Tras saludar a algunos de los integrantes que estaban presentes en el acto como Aranda, Benzi y Gorosito, también se acordó de los que no están como Bertolini o Ledesma. «Nos han dejado a nosotros esta tarea de continuar el ejercicio de la memoria para rendirle a un tributo no solamente a Cayetano Silva, sino a todos los que pudieron hacer efectivo este monumento para Venado Tuerto, que adorna a la ciudad con gallardía, historia y un intenso amor a la patria, porque Cayetano fue, también a su modo y con su canción, un elaborador de la grandeza de nuestra patria a través de una Marcha que nos representa en el mundo entero, que a veces se la escucha en alguna película extranjera», valoró.
Cómo se eligió el lugar para emplazar el monumento
Landaburu contó que fue por sugerencia de la Logia Adams que se eligió la explanada de la estación del ferrocarril para emplazar la estatua a Cayetano Silva. «Nuestra intención era ubicarla en Rivadavia y Alem, pero desde la Logia nos dijeron ‘el lugar es este’ (donde está actualmente), porque cuando Cayetano vino a Verano Tuerto lo hizo en tren y cuando se fue, ya con la Marcha escrita, lo hizo también desde la estación del ferrocarril; fue el primer lugar que había visto y el último que vio en Venado Tuerto», sostuvo. «Nos pareció una argumentación de una solidez extraordinaria», subrayó el historiador, quien recalcó que el espacio pertenece al Municipio, que aceptó que allí se colocara la obra.
Cayetano Silva y la Marcha San Lorenzo
Respecto a la composición de la Marcha San Lorenzo, Landaburu explicó: «Cayetano Silva era un andariego, de esas personas que se movían permanentemente de un lugar a otro, y fue así como de Rosario recaló aquí, traído para enseñar música».
«Donde hoy está el Museo, en la parte de atrás Silva vivía en una piecita y adelante estaba la de Palumbo y fue allí donde compuso la Marcha San Lorenzo, que era eminentemente musical y que enseguida se distinguió, pero no tenía letra», mencionó.
La letra se la dio después otro mulato, como Carlos Benielli, quien era mendocino a quien Cayetano le hizo una recomendación especial, que no se olvide del Negro Cabral, en referencia al Sargento Juan Bautista Cabral, quien murió para salvarle la vida a nuestro máximo prócer, el General José de San Martín».
Más actividades
Por último, en el marco de los homenajes que se realizarán a la memoria de Cayetano Silva, este domingo, a las 20.30, habrá un encuentro de tango y folclore en la Casa Museo (Maipú 966).