La reforma del Código Procesal Penal tuvo altibajos en su presencia en el debate público. En ese ir y venir, fue recolectando algunas adhesiones y muchos rechazos desde distintos sectores políticos y judiciales. Promovido fundamentalmente por el senador Lisandro Enrico, la propuesta tuvo una despareja recepción y ahora sus 70 artículos se pondrán en discusión entre los diputados provinciales.
“Tiene cosas claramente anticonstitucionales, algunos aportes en el acortamiento de plazos, miradas que ponen el acento en la víctima. He visto muchas opiniones de generalidades y eso te obliga a parar en algo que no se condice con cómo hay que tratar un Código, que no es una herramienta para tratar la criminalidad, sino para bajar los niveles de impunidad, que es también bajar los niveles de violencia”, expresa el ex vicegobernador Jorge Henn, actual diputado provincial del Frente Progresista.
Uno de los puntos que destaca de la propuesta de modificación es la focalización en lograr mayor capacidad de escucha de la víctima, un principio que se condice con otras propuestas por él presentadas. “Es la capacidad de opinar en un juicio abreviado, en las salidas transitorias. Yo tiendo a garantizar los derechos de terceros, pero no hay que caer en un boludismo jurídico. Una persona que fue condenada, tuvo su derecho a la defensa. Para los que pensamos que una sociedad más solidaria es posible, que un tipo con 20 años de condena, al año y medio salga y vuelva a matar, hace caer todo. Después las figuras de agente encubierto, una persona que se involucre en el delito, y otras reformas, no las compartimos”, explica.
A pesar de su pertenencia radical, Henn fue uno de los más entusiastas opositores a la candidatura de Mauricio Macri a la presidencia de la nación, con apariciones mediáticas advirtiendo sobre los riesgos de su arribo a la primera magistratura, tal como después se terminó concretando. Al respecto, es contundente en su impugnación del gobierno nacional: “veo una Argentina donde se consolidó un núcleo de ganadores. Cuando se ríen los gerentes de bancos y se animan hasta a un saltito de alegría, a mí me agarra un frío en algunas partes del cuerpo. Es una percepción de que esto ya lo escuché. La Argentina desde el ’76 vivió un neoliberalismo que dejó de lado la percepción de movilidad social ascendente. Ese proceso del ’76, tuvo un realce en los ’90 y hoy vuelve a instalarse, es el modelo que generó la pobreza estructural”.
En ese sentido, agrega sobre las expectativas de un repunte y las promesas repetidas del presidente Macri sobre la reactivación de la economía: “algunos creen que ser de clase media en una sociedad progresista implica estar adentro, y yo tengo una mala noticia para los oyentes, también se quedan afuera. Son los sectores financieros los grandes ganadores de este modelo”.
Esas duras críticas a Cambiemos lo distancian de la línea predominante del radicalismo nacional y provincial. En el caso de Venado, la última semana, Juan Ignacio Pellegrini y Leonel Chiarella tuvieron un gesto más que elocuente al acompañar la inauguración del local de Cambiemos. A diferencia de ellos, Henn resalta: “yo me siento parte del Frente Progresista. Hay un juego perverso de antinomias, con Macri hablando del 2017 con un millón y medio más de pobres, que son resultado de las medidas que tomó su gobierno. Yo voy a trabajar por un radicalismo que recupere la identidad alfonsinista, que tiene valores que defiende lo público. Tenemos que hacer del Frente Progresista sea más amplio. El Frente Amplio Unen no murió de muerte natural, el sicario fue Ernesto Sanz, que cobró para eso”.
