(PR/Rocío Guzmán) Cómo si fuera una paisaje cotidiano, es normal ver a docenas de jubilados aguardando en la puerta de los sanatorios, esperando poder sacar un turno para sus médicos.
Pueblo Regional dialogó con “Angelita”, una jubilada de Venado Tuerto que no está exenta a la situación que a diario viven miles de jubilados.

Durante los días más fríos de abril, Angelita tuvo que asistir al sanatorio en la madrugada, y aguardar en una fila hasta que le den el turno correspondiente. El agravante es que tuvo que “esperar afuera”, de pie, con frío y a las 5 de la madrugada, con la peligrosidad que esto conlleva.
La imagen no es nueva, quienes circulan por las calles céntricas se encuentran a diario con las largas filas de ancianos que aguardan con frío o calor para realizar diversos trámites médicos.

Angelita contó que hace unos meses “tuvo una fractura de cadera”, lo que hace dificultoso su andar. “Me tengo que manejar con remis”, contó.
“Mi disconformidad no es con la obra social que tenemos los jubilados, porque estoy haciendo la recuperación en un centro que pagan ellos. Lo que me molesta es la poca empatía que tienen en los sanatorios”, expresó.
Angelita sostiene que está conforme con la prestación que le brinda PAMI, sin embargo quisiera que los sanatorios modifiquen el horario en el que se puede solicitar los turnos.
“No es lo mismo sacar un turno a la una de la tarde que ir a las cinco de la mañana a esperar que te lo den», mantuvo.
Foto ilusstrativa.