(PR/Norma Migueles) Con 96 años edad don Julio A. Eggimann, es uno de los ciudadanos notables de Venado Tuerto que dejó a lo largo de los años una impronta indeleble en la historia de la patria chica.
Nacido de Arrecifes, vivió un par de años en Sancti Spíritu, y a los 18 se radicó definitivamente en Venado Tuerto, siendo su primer trabajo en la firma ganadera Boyle Hermanos, donde permaneció por más de 50 años. Siempre fue hincha fanático de Independiente y sigue firme con su amor por el “Rojo”.
En su larga trayectoria como martillero público y hombre de la política, fue consignatario de hacienda y ocupó cargos importantes en instituciones vinculadas a esa actividad. Eggimann fue electo concejal en 1958, presidió el cuerpo legislativo de 1960 a 1962, durante la gestión ejecutiva de José Vicente Cibelli, época reconocida por el notable progreso que tuvo Venado Tuerto y fue candidato a intendente en 1983 por el MID (Movimiento de Integración y Desarrollo), elección que ganó por la UCR Ernesto De Mattía.
Don Julio es socio activo del Rotary Club desde 1971, socio vitalicio de Sociedad Rural e integrante del Centro de Consignatarios de Hacienda.
En 2008 promovió la donación de la antigua sede partidaria del MID, ubicada en Castelli y Mitre, al Obispado de la Diócesis Venado Tuerto, a fin de que los fondos provenientes de su venta ayudaran a solventar la construcción de un hogar para personas de la tercera edad que finalmente no se concretó. En 2012 también encabezó el proyecto para la designación de una calle con el nombre José Cibelli, hecho que se plasmó en la denominación del tramo urbano de la Ruta nacional 33.
En 2013, tal como ocurre en cada aniversario de la fundación de la ciudad, Julio A Eggimann, fue designado por el Municipio como Ciudadano Notable, por sus valores humanos y como activo actor en beneficio del desarrollo de la ciudad.
Con su compañera Norma tuvo dos hijos, el arquitecto Enrique Eggimann (fallecido) y el ex concejal y dos veces diputado provincial Julio Eduardo Eggimann, quien militó siempre en las filas del partido justicialista.
Anécdota de Don Julio con Froilán González
Dueño de una memoria envidiable Don Julio comparte la grata experiencia que vivió en la primera edición de la Vuelta de Santa Fe en 1953 Reconquista-Venado Tuerto: “La ciudad tenía unos 40 habitantes y el día anterior a la largada había un mundo de gente y la capacidad hotelera se colmó enseguida. Así que, por pedido del presidente del Club Jorge Newbery salimos a buscar hotelería familiar, en la oportunidad hablé con la dueña de la pensión donde vivía, pero no tenía habitaciones disponibles. Ella me propuso prestarme dos colchones nuevos, colocándolos en el comedor para que con mi compañero Mario Smitendorff, durmiéramos allí, cediendo la habitación a Froilán González y a su acompañante Pérez, así solucionamos en parte el problema “, recuerda.
En agradecimiento al gesto de los venadenses, Froilán González, invitó a Julio, a ir en el auto con él y Pérez hasta Murphy, “yo viajaba en el medio de ambos y tenía miedo de mirar el velocímetro, iba a 150 y de ahí no se movía, me dijo que iba ‘fierro a la tabla’. En el camino encontramos un auto parado y Froilán le preguntó si le pasaba algo y el piloto le dijo que no, que estaban descansando: era Juan Gálvez”, quien luego ganó la carrera.