(PR/Norma Migueles) La muerte de Vanesa Jazmín Quiroga (Yaya), una mujer de 44 años, causó conmoción en Venado Tuerto y puso en evidencia -una vez más- las condiciones en las que sobreviven las personas trans, algunas de las cuales se ganan el sustento con el ejercicio de la prostitución, entorno en el que sufren situaciones de violencia, lesiones y humillaciones que ponen en peligro su vida.
Vanesa fue encontrada sin vida el último fin de semana en Ruta Nacional 33, a la altura del kilómetro 617, entre Venado Tuerto y Sancti Spíritu. A partir del hallazgo de su cuerpo se abrió una investigación y la fiscal de turno ordenó que se realice la autopsia para determinar las causas del fallecimiento.
Después del mediodía, la fiscal Mayra Vuletic confirmó que Vanesa fue «embestida por un vehículo», lo que provocó su muerte. Cabe aclarar que en el lugar se habrían hallado trozos de ópticas rotas, aparentemente de un camión, y otros elementos relacionados con un incidente vial, donde la contraparte se habría fugado, continuando con su viaje.
A los fines de dar con el responsable, la Policía de Investigaciones (PDI) busca registro de cámaras de video vigilancia, si bien el sector donde fue hallada Vanessa es en zona rural.
Desde la comunidad trans de Venado Tuerto expresaron su dolor y pidieron Justicia por la muerte de Vanesa, solicitando el esclarecimiento del hecho.
«No sabemos si fue víctima de un accidente o de un crimen. Lo que sí sabemos es que estas situaciones no son aisladas. Es muy común que las compañeras trans, mientras están trabajando para ganarse el pan diario, queden expuestas a la violencia, al abandono, a la impunidad», expresaron a través de un comunicado.
Por último, alertaron que «ser trans en Argentina sigue siendo un riesgo, y no por lo que somos, sino por la discriminación, el odio y el abandono que aún sufrimos». «Pedimos respeto, justicia y memoria. Con dolor y con fuerza decimos: no queremos más compañeras muertas en las rutas, en las calles y en los márgenes”, completaron.





