La presencia del gobernador Omar Perotti en la cabecera de la mesa a la cual se sentaron ayer representantes de intendentes y presidentes comunales peronistas, radicales y socialistas buscó dar señales taxativas con destino de resonancia en la Legislatura, donde espera el rafaelino erosionar la resistencia a aprobar una ley de emergencia, iniciativa que ahora se llamará de necesidad pública.
«Avanzamos en el diálogo con distintos foros de intendentes y presidentes comunales intercambiando opiniones sobre la realidad común que nos atraviesa y exponiendo el contenido y los alcances del proyecto de ley de necesidad pública», redefinió el ministro de Gestión Pública provincial, Rubén Michlig, vía Twitter.
En rigor, las expectativas previas sobre el encuentro que tuvo como escenario, pasadas las 11, la Casa Gris no preanunciaron el rango superior que le diera la presencia de Perotti. Ni siquiera estuvo anunciada. Y esa fue una primera señal.
Con la asistencia de su línea política estelar, al rafaelino lo acompañaron los ministros de Gobierno, Esteban Borgonovo, y de Gestión Pública, el Ejecutivo le otorgó una importancia relevante al encuentro con los delegados de los foros que reúnen a los intendentes y presidentes comunales de los principales partidos.
Los legisladores deberían leer, según deslizaron a La Capital fuentes del oficialismo, la intención del Ejecutivo de lograr consensos y acordar líneas de acción con intendentes y presidentes comunales.
No sólo se habló de la escasez de recursos financieros que oficia de rasera para las administraciones provincial y locales, tornando urgente medidas extraordinarias, sino de buscar lineamientos comunes para transitar el resto de los años de mandato.
Incluso, el secretario de Integración y Fortalecimiento Institucional provincia, José Luis Freyre, trazó una especie de autocrítica al considerar que quizás se apuraron con la emergencia económica que plantearon, sin éxito, en diciembre pasado a la Legislatura.
Por entonces, uno de los reclamos más fuertes de los diputados de la oposición, que rechazaron la ley, fue que la iniciativa no preveía ayudas extraordinarias a municipios y comunas, muchas en manos de la UCR y otros partidos que no son el PJ. A eso se buscó dar respuesta ayer. Habrá que ver si lo conversado será tenido en cuenta en el proyecto de emergencia económica a enviar en febrero próximo a la Legislatura.
A su vez, la reunión buscó, sin desautorizar a nadie de modo expreso, esmerilar expresiones como las del ministro de Seguridad, Marcelo Saín. Algo admitido a regañadientes. En las últimas horas, voceros de la oposición recriminaron al gobierno los esfuerzos de un ministro por dialogar con todos y de otro por dinamitar esos contactos (ver aparte).
Concretamente, marcaron el contraste entre Saín y Borgonovo, quien viene reuniéndose con legisladores de todos los sectores y autoridades partidarias en pos de acuerdos que parecían haber permitido una predisposición positiva hacia una declaración de emergencia en materia de seguridad, la otra ley en carpeta en la Casa Gris.
Las declaraciones de Saín respecto de complicidades y/o protección del Estado (léase de las gestiones frentistas) con el delito en todas sus variantes irritaron a no pocos exponentes de la oposición.
Por eso apareció Perotti, quien no hizo declaraciones —fiel a su estilo de economía expresiva extrema—, sentado a la cabecera de la mesa a modo de clara señal y, dicen, con una simbología inocultable. Incluso, el hecho de que el titular de Gobierno fuera el único en hablar con la prensa pareció premeditado.
«Queremos contribuir a solucionar los problemas, sabemos que atrás de los gobiernos locales está la gente y que la primera ventanilla de reclamo para los ciudadanos son los intendentes. Vemos con mucho beneplácito el haber discutido, ya no acerca de si es o no una norma sino sobre su contenido». Y confirmó: «Vamos a incorporar sus propuestas».
Al respecto, Borgonovo dijo que el objetivo del gobierno es que los proyectos lleguen a ambas Cámaras «con conocimiento de legisladores e intendentes, con la posibilidad de mejorar lo que se pueda mejorar, porque no es la verdad revelada sino un conjunto de herramientas que apunta a solucionar problemas comunes».
Clave
Luego del encuentro, Freyre subrayó la importancia de «sostener la posibilidad de diálogo y debate, de que las propuestas puedan ser corregidas, mejoradas, ampliadas».
En esa línea, concluyó: Hay un presupuesto que nos deja muy condicionados, porque nos saca partidas en rubros como el alimentario y el sanitario. Esto tiene que ver con las herramientas que tratamos de debatir en la Legislatura».
La situación de Rosario y Santa Fe será motivo también de reuniones de Borgonovo y Michlig con Pablo Javkin y Emilio Jatón, posiblemente la semana próxima. Ambos intendentes no pudieron asistir al encuentro de ayer por problemas de agenda.
