(PR) A pesar de los festejos del Gobierno nacional por el valor de la inflación para el mes de febrero (13,2%), lo cierto es que el panorama económico sigue siendo sombrío y la mayoría de los indicadores generan preocupación.
Desde el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), de la ciudad de Rosario, la Lic. Celina Calore, señaló en diálogo con el programa “Fuera de Agenda” que se emite por VerTV que “la economía argentina entró en un sendero de recesión, con fuerte caída del consumo y pérdida del poder adquisitivo, donde vemos que los ingresos de las familias alcanzan cada vez menos para realizar las compras”.
La economista relativizó la desaceleración en la inflación, “en el mes de febrero vemos una baja en el Índice de Precios al Consumidor, pero es una desaceleración respecto de los últimos dos meses, cuando tuvimos niveles récord de inflación mensual, porque en diciembre superó el 25% y en enero fue del 20,6%, y estos son números muy extremos impulsados, principalmente, por decisiones de política económica, que se montan a una inflación que ya venía siendo alta”.
A la hora de detallar las medidas que llevaron al actual panorama económico, Calore precisó: “La megadevaluación del mes de diciembre se trasladó rápidamente a los precios internos de la economía, y por otro lado, la desregulación que se está dando en la economía en general, que se está notando en la salud, en las comunicaciones, el transporte, la energía, y cuando se liberan estos precios tienen fuerte impacto en la inflación, en los precios internos, y en el poder adquisitivo de las familias”.
Ampliando su análisis, la entrevistada planteó que “cuando uno mira la serie de los últimos 12 meses, el mes de febrero sigue siendo el más alto, sacando diciembre y enero, en comparación con los peores meses del anterior gobierno. Esto quiere decir que no hay una desaceleración con respecto a lo que se venía haciendo anteriormente”.
Paralelamente, recordó que “hay una caída muy fuerte del consumo y, un poco, a lo que apunta el Gobierno nacional con su política antiinflacionaria, es a que esta abrupta caída de la demanda haga que los precios encuentren un límite, porque si la gente ya no compra, se supone que, del otro lado del mostrador, el comerciante, el productor de bienes y servicios, va a dejar de incrementar los precios, pero la realidad es que eso no es tan instantáneo ni lineal, porque algún consumo siempre habrá”.
Inflación multicausal
Calore destacó que la razón de la inflación es “multicausal con fuerte componente inercial y eso hace que se vaya retroalimentando mes a mes, entonces querer hacer una recesión brutal en la economía para bajar los precios, tiene la consecuencia de mayor desempleo, más pobreza y cierre de empresas, por lo cual no me parece un camino acertado y saludable para la situación económica argentina”.
A la hora de desmenuzar la multicausalidad de la inflación nacional, la investigadora detalló que “los precios están, de algún modo, indexados a la inflación pasada. Esto sucede en un montón de precios, como los alquileres, los salarios que intentan recomponerse en función de los aumentos de precios, pero que además tuvo el shock externo producido por el gobierno con la devaluación”.
Por último, reconoció que el gasto público tiene influencia en la ecuación, pero aclaró que “no es lo central, por eso cada vez que los gobiernos quisieron aplicar solamente recetas de ajuste del gasto público, fracasaron a la hora de querer estabilizar los precios”.