(PR) Una de las mayores enseñanzas de cultivar la tierra es entender el ciclo de la vida y que cada etapa tiene su momento, alejado de las urgencias de los tiempos que corren.
Bajo esta premisa, la Asociación Civil Maná Venado Tuerto desarrolla todos los días la actividad de huerta con niños en el barrio Esfuerzo Propio.
Las enseñanzas están a cargo del profesor Miguel Carrizo, quien destaca el intercambio de aprendizajes con los niños: “Es muy lindo esto de trabajar al aire libre y poder ir conociendo el proceso de las plantas desde que la sembramos hasta que nos da la semilla para volver a sembrar. Esto lo que más nos enseña es a esperar, porque estamos acostumbrados a querer todo ya, en el instante”.
En lo que se refiere a la huerta, Carrizo reconoció que las complicaciones climáticas de las últimas semanas están afectando a los cultivos, tanto por la falta de lluvias como por los intensos vientos de esta época del año.
“Venimos un poco complicados por la falta de lluvias y el viento que nos seca todo, y hace que las plantas se estresen y se quieran ensemillar y no tengan buena producción. Pero igual tentemos bastante remolacha, acelga, lechuga, flores, porque tratamos de combinar para que el espacio sea atractivo también”, explicó el profesor.
Con el cambio de temporada en la huerta de Maná ya empezaron los preparativos para los nuevos cultivos, aunque con precaución ante la posibilidad de que alguna helada tardía pueda dañar a las plantas, por ejemplo, en el caso de pimientos y tomates.
La producción de la quinta institucional se utiliza en parte para la cocina de Maná, y el resto es cosechado y vendido, y lo recaudado se emplea para otras actividades dentro de la misma huerta.
Carrizo hace tres años que trabaja en la huerta de la entidad, y comentó que muchos de los chicos que asisten habitan en la Villa Moisés. “Cuando empecé tenía dos alumnos, Ignacio y su hermana, y ahora tengo más de 30, que se van rotando. La idea es compartir acá el momento y que puedan aprender algo y sentirse contenidos”.
El profesor, con la filosofía del hombre que vive de la tierra, resume sus enseñanzas en pocas palabras: “Esto no tiene tanta ciencia como la gente cree, no hay que comprarse tantos libros ni estudiar mucho. Es prueba y error. Echamos la semilla y le ponemos agua. Si no le gustó el lugar probamos en otro lado. El perejil es un personaje, porque hay lugares que no le gustan, pero donde le gusta viene un árbol. Por eso hay que ir viendo que espacio elige cada planta y saber esperar”.
El taller huerta se desarrolla de lunes a viernes, de 10 a 12, en el terreno pegado a la sede de la Asociación Civil Maná Venado Tuerto, en Covasevich y Pavón.