Según lo manifestado por varios vecinos que fueron testigos del hecho, Lucas Cabello recibió tres disparos a corta distancia cuando volvía de la panaderia. Su mujer se encontraba en el lugar junto a su hija de dos años; ambas presenciaron los disparos a quemarropa del oficial de la Metropolitana. La victima sigue internada en estado de gravedad.
Mientras Lucas Cabello, el joven baleado por un agente de la Policía Metropolitana sigue internado en estado de gravedad en el Hospital Argerich, distintas voces se alzaron contra las declaraciones de María Eugenia Vidal. La futura gobernadora de la provincia de Buenos Aires intentó justificar la acción del agente de la Policía Metropolitana en un supuesto marco de violencia de género. Lo insólito de sus declaraciones es que son desmentidas por la misma mujer de Lucas, Camila, la supuesta denunciante. En diálogo con APU, Camila indicó que «lo que dice Vidal no es verdad, no existió esa situación de amenaza ni violencia por parte de Lucas».
Según lo manifestado por varios vecinos que fueron testigos del hecho, Lucas Cabello recibió tres disparos a corta distancia cuando volvía de la panaderia. Su mujer se encontraba en el lugar junto a su hija de dos años; ambas presenciaron los disparos a quemarropa del oficial de la Metropolitana. Nahuel Berguier, uno de los abogados de la mujer y la mamá de Lucas Cabello publicó en las redes sociales un descargo ante las palabras de Vidal: “Irresponsables y mentirosas declaraciones de María Eugenia Vidal. En el caso Lucas Cabello no hay ningún indicio de violencia de género previa; usan el impresionante movimiento del Ni Una Menos para justificar el accionar criminal de la Policía Metropolitana. Vergüenza doble.”
La Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN) del Ministerio Público Fiscal está interviniendo en el acompañamiento a la familia de la victima, junto a la abogada Gabriela Carpineti. Según estadísticas relevadas por el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), entre los años 2011 y 2015 se registraron 28 muertes a manos de la Policía Metropolitana. Nehuen Rodríguez (18), Roberto Autero (16) y Bruno German Pappa (26) forman parte de esa larga lista de victimas que la Policía Metropolitana cosechó en pocos años de gestión en el área de seguridad.
El 15 de diciembre del 2014, Nehuen Rodríguez fue atropellado por una camioneta Ford Ranger de la Policía Metropolitana en Brandsen y Carrillo en el barrio de La Boca. Testigos ratificaron que el patrullero de la Policía Metropolitana venía a 100 km/h y que no traía sirenas ni luces. En septiembre del 2011, Bruno German Pappa fue asesinado por otro agente de la policía metropolitana. El joven fue fusilado por el agente Enzo Fabián Álvarez, cuando estaba en el piso en estado de indefensión. Álvarez fue condenado a cadena perpetua por “homicidio agravado” en esa misma causa. Su caso fue el primer caso de gatillo fácil de la fuerza porteña que llegó a un juicio oral y público y terminó en una condena. Roberto Claudio Autero tenía 16 años cuando un disparo de un agente de la Policia Metropolitana acabó con su vida el sábado 7 de febrero de este año. El disparo de Sebastián Ezequiel Torres, tuvo tanta precisión que le impactó en la nuca. Los casos de Rodríguez y Autero todavía buscan justicia.
Un informe publicado por el CELS remarca que “desde su creación en 2010, la Policía Metropolitana ha sido responsable de al menos 28 casos de uso de la fuerza letal. Entre ellos, al menos 6 fueron ejecuciones. En estas situaciones han muerto: Rose Marie Chuña y Bernardo Salguero en la represión del Parque Indoamericano, Bruno Pappa, Ezequiel Liri Foppiano, Roberto Autero y Carlos Calizza. Como consecuencia de las intervenciones violentas de esta fuerza, al menos 111 personas resultaron heridas. En algunos casos, como lo ocurrido ayer con Lucas Cabello, estas heridas son de gravedad y tienen consecuencias perdurables en la vida de las personas.”
Fuente Agencia Paco Urondo