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La Muni, las tormentas climáticas y los chaparrones políticos

Las inclemencias climáticas vienen siendo un factor decisivo de las vicisitudes de la ciudad. La tormenta, otra vez, disparó las alarmas y obligó al estado municipal a poner en marcha la maquinaria preparada para afrontar estas situaciones. “Ante estas cuestiones de la naturaleza que sorprenden, más allá de los pronósticos, bomberos voluntarios, junto a la Municipalidad, ya tienen a esta altura un trabajo ordenado que hace que se gane mucho tiempo y se trabaje de manera coordinada. Con bomberos, a través del número 420420, podemos canalizar muchas de las urgencias, ellos tienen los medios adecuados. Después, está el comité de crisis que se junta ahí, se abren los centros de evacuación, estratégicamente elegidos, para poder cubrir la situación”, dice Norma Orlanda, Coordinadora de Gabinete, en diálogo con el programa Dos en la Ciudad.
En esta oportunidad, hubo 50 familias que se acercaron a la Municipalidad después del temporal. Son aquellos a los que el tiempo no les da tregua. “Esa noche, cuando volvía cada uno a su casa, nos llevábamos 30 situaciones. Había 9 evacuados en sala Braier, 25 que no necesitaban evacuación en ese momento. Nosotros trabajamos con la gente de forma inmediata, porque aparecen casos de familias que no quieren evacuar por miedo a la pérdida de sus pertenencias. Siempre vamos caso por caso. Si hay algo que muestra cómo se trabaja mejor en grupo es justamente cuando pasan estas cuestiones”, define Orlanda.
Para llevar adelante las tareas el estado municipal cuenta con equipos y establecimientos a disposición. Es el principal responsable de coordinar las funciones y realizar las gestiones con los otros estamentos estatales para recibir ayudas. Como resultado quedan los techos destrozados, las chapas voladas, los colchones y frazadas mojados. Los costos sociales se acumulan e imponen la necesidad de organizar redes de solidaridad y participación comunitaria que permitan acerca una resolución rápida a los afectados.
“La comunicación de la nación y la provincia es inmediata. Los que nos toca estar acá con los pies en la situación es la Municipalidad, pero siempre se acerca algún funcionario de la Provincia. Ayer nos visitó un representante del nodo, de Defensa Civil. Pero primero lo asume la Municipalidad y después hacemos las gestiones”, comenta la exconcejala.
El gabinete que viene
“En realidad, yo soy concejal en licencia hasta el 10 de diciembre. Todo el gabinete estamos hasta esa fecha. Yo estoy segura que José lo va a manejar de esta manera. Un tiempo antes va a repasar el equipo con el que va a afrontar los cuatro años siguientes, es normal que se ajuste. El segundo periodo fue muy diferente al primero, tuvo estos temas de casos graves de seguridad y eso nos concentró y algunas cosas quedaron relegadas en nuestra agenda. Yo he hablado con algunos compañeros de gabinete y he dicho siempre que uno entra a estos lugares sabiendo que, como cuando nos fueron a buscar, tenemos que estar siempre a disposición”, expone Orlanda.
El ajustado triunfo en las elecciones propone de cara al 2016 un escenario de cambios en la gestión municipal. Será el tercer mandato de José Freyre y ya comienzan a sonar algunas variaciones en la composición del equipo de gobierno.
“Soy trabajadora social, trabaje 22 años en la función del trabajo comunitario, chiquitito, y haber pasado a la función pública es un agradecimiento y un recorrido que te cambia la vida. Te hace tomar una responsabilidad que termina siendo un peso, por eso yo creo en los desgastes y me parece natural que las personas no puedan seguir estando en algunos lugares. Así lo vive un funcionario que se compromete y anda por la calle sabiendo que la gente le paga el sueldo y tiene que responder todo el día”, desliza la funcionaria.
Las últimas semanas comenzaron a circular versiones de posibles bajas y recambios, algunas por boca de los propios protagonistas. La reacción a esas confesiones y especulaciones no fue del todo condescendiente y sumó más incertidumbre al panorama.
“Cada uno es libre de decir y hacer lo que quiere. Yo no haría ninguna de las dos cosas, ni decir que me voy por acá, porque estoy a disposición y eso quiere decir que voy a esperar la propuesta que me haga el intendente”, resume.

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