Luego de sucesivas advertencias, el Gobierno de Santa Fe informó que, a través del Ministerio de Obras Públicas, se volvió a intimar a una familia de la ciudad de Rufino -propietaria de una estancia- por la construcción de canales clandestinos para escurrir aguas de sus hectáreas de campo, generando graves daños a los vecinos rurales de región. En esta oportunidad, el allanamiento fue realizado por la Unidad de Atención de Procedimientos perteneciente a la Secretaría de Recursos Hídricos junto a personal policial.
Los equipos llevaron a cabo el sumario administrativo cumpliendo con la «Ley de Aguas» (13.740) y las resoluciones reglamentarias, lo que determinó la clandestinidad de la obra. En consecuencia, se produjo su desbaratamiento. El caso será tomado por Fiscalía de Estado.
Al respecto, el secretario de Recursos Hídricos, Nicolás Mijich, señaló: «Hay reincidencia en daños y los propietarios de los lotes donde se detectaron las obras clandestinas pertenecen a la localidad de Rufino. Los responsables deberán afrontar los costos que demandaron los operativos de desactivación de obras y quedarán expuestos a reparar los daños con penalidades económicas que dictaminará la Justicia».
«No es la primera vez que efectúan este tipo de trabajos que no están autorizados. Han intervenido con obras para volcar aguas sin ninguna contemplación hacia la laguna La Picasa, lo que en épocas de registros altos de lluvias genera daños a otros productores. Avanzamos con la implementaciones de tapones de tierra para dejar sin efecto esta canalización ilegal que habían realizado», completó el funcionario.
Trabajos ilegales
Según explicaron los técnicos del Ministerio, esta construcción artificial no habilitada y detectada por el Gobierno santafesino era una canal de salida de agua que en otras ocasiones fue prohibido por la Provincia. La función de esta obra no regulada es derivar el agua a Laguna La Picasa.
No es la primera vez que esta familia comete infracciones. En 2018, el Gobierno de Santa Fe también actuó de oficio y cerró el canal clandestino con orden judicial, sin embargo, a modo de desobediencia el ducto fue nuevamente abierto por sus propietarios.