Los aumentos en los servicios y los ajustes presupuestarios ya golpearon a varias instituciones. Las universidades son una de ellas. No solo los fracasos en la negociación de las paritarias docentes afectan el normal desarrollo de las actividades, sino que el impacto de la quita de subsidios y la merma presupuestaria dejó en suspenso la sostenibilidad de muchas de los establecimientos educativos. El caso de la Universidad Tecnológica Nacional es uno de los que se encuentra en una zona de incertidumbre.
“La situación es bastante complicada, por lo menos en nuestra regional. El gasto principal que tenemos es el consumo energético, que es muy importante. Si siguen los aumentos, se nos va a complicar. Hasta ahora la Universidad viene soportando eso, pero hay un presupuesto asignado para servicios que se va consumiendo. Momentáneamente estamos tomando algunas medidas para optimizar el consumo”, Jorge Amigo, rector de la UTN.
Ajuste pedagógico
El perfil industrial de la casa de estudios incrementa la repercusión de los aumentos en las tarifas de electricidad, dada las características de las actividades desempeñadas. La no aplicación de la totalidad del aumento por parte de la Cooperativa Eléctrica de Venado Tuerto –fue de un 20% sobre un total que debería haber alcanzado el 33%- permitió amortiguar parte de los efectos. Sin embargo, la posibilidad que las consecuencias alcancen la dimensión académica, como en otras universidades, no está descartada. Llegar al límite de tener que suspender el turno nocturno y cambiar las modalidades de trabajo quitaría la sustancia básica de la institución: “no hemos llegado a una situación extrema de tener que tomar una medida de ese tipo que para nosotros sería muy grave, porque la UTN fue concebida para gente que trabaja y el cursado nocturno es justamente terminada la jornada laboral. Sería complicado cambiar a un horario diurno porque perjudicaríamos mucho a los que estudian”, comenta Amigo.
Las gestiones que la UTN estaba realizando para la incorporación de la carrera de Ingeniería en Sistemas se vieron obstaculizadas con el cambio de gobierno. La idea surgió a partir de la demanda del sector empresarial local. En diciembre se aprobó la apertura de la carrera por la CONEAU. Faltaba la aprobación presupuestario del Ministerio de Educación. Con la renovación de las autoridades nacionales, el trámite quedó en suspenso. Nunca recibieron una respuesta del nuevo secretario de Políticas Universitarias ante los pedidos de entrevista. Únicamente llegó una comunicación que decía que faltaba aprobar el título en el Ministerio. “Nos dijeron que tienen muchos pedidos de apertura de carreras que no son sustentables. Esa es la frase que a nosotros nos llamó la atención”, comenta el representante universitario.
La falta de respuestas gubernamentales se replica con el recorte en áreas sensibles. Llega menos plata y, por lo tanto, la universidad debe adecuarse a un menor alcance. La educación se ve seriamente afectada: “hay otros problema con el tema de recursos humanos, porque el presupuesto para sueldo también fue ajustado. Tuvimos una merma del presupuesto oficial del 3%, que eso nos va a repercutir en horas de docente, trabajos de investigación, horas de apoyo. Eso me parece más grave que tener que bajar la iluminación del aula”, agrega Amigo.


