Una foto publicada en el Facebook de uMMA, la mamá de Umma, una niña de 5 años que finalizó el ciclo escolar en el JIN N° 15 de Embajador Martini y no pudo despedirse de sus compañeritos, conmovió por la tristeza reflejada en su rostro y desnudó las contradicciones en las decisiones de las autoridades que no permitieron la realización de un acto presencial de fin de curso.
Dadas las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus y ante el esfuerzo de las maestras por cumplir con la ceremonia en modo virtual, la tecnología les jugó una mala pasada y el intento de Umma por ver en la pantalla del celular la despedida a sus compañeros y docentes quedó trunco, arrebatándole para siempre esa posibilidad única.
Su madre, que estuvo junto a ella en ese momento y quedó devastada por la tristeza, explicó sus reacciones a Infotec: “dudé en subir la imagen, no quería tener problemas con nadie, pero sí, la subí finalmente porque es indignante, ellos egresan de sala de 5, estaban teniendo un acto virtual, y realmente triste, yo estaba con ella y me partió el alma, ella me decía, “yo no sé que hacer”, no estaba bien, es lamentable, abren bares, restaurantes, abren todo y es injusto que no permitan un acto, ella no va a ir más al jardincito”, resumió.
Problemas vinculados a la falta de capacidad de internet y de equipos que garantizaran un desempeño adecuado, hicieron fracasar los intentos por conectarse y verse las caras en un momento tan especial para los pequeños, aunque la madre reconoció el esfuerzo de las docentes. “Se luchó por el acto, pero cuando las órdenes llegan de arriba las maestras tienen que seguir las directivas”, agregó.
“Hubiera estado bueno que al menos hagan el acto académico al aire libre, porque al jardincito no vuelven más. Ellos (por los niños) no entienden, no se pudieron comunicar, no se pudieron ver con sus compañeros, no pudieron ver a su maestra”, dijo con resignación.
Y paradójicamente, esto ocurrió el mismo día que un club nacional concentró miles de hinchas para festejar el aniversario de un campeonato, solo días después de ver un multitudinario velorio sin ningún tipo de protocolos, el mismo día que miles de manifestantes se concentraban por el tratamiento en diputados del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Umma se había pintado la cara y se había disfrazado de payasita para compartir la despedida con sus compañeritos. Pero no pudo. Tampoco entendió porqué no pudo. Tampoco lo entendió la madre, Melany, que estuvo allí en ese momento doloroso. Tampoco lo entendemos nosotros.
Fuente: Vía Santa Rosa