La tradicional sala teatral “La Comedia”, de Mitre y Ricardone será el escenario elegido para que un elenco del sur de Santa Fe, con una obra de la rosarina Patricia Suárez; nos cuente una conmovedora historia que nos transporta sin escalas de la risa a las lágrimas y viceversa, pero interpelándonos acerca de hasta dónde puede llegar nuestro deseo de ser felices si ponemos todas nuestras fuerzas en ello. Con actuaciones de Elba Bertone y Patricio Martínez, bajo la dirección de Pablo Leger.
¿Es posible que la virgen se le aparezca a una mujer judía, que tiene más de 60 años; y le diga que va a tener un hijo? Desde ese punto parte la dramaturgia de Suárez para mostrarnos hasta dónde llegan los sueños cuando nos aferramos a ellos. Elba Bertone es una de las actrices más dúctiles del sur santafesino; y compone una Tessy firme, percudida ante el dolor; que asiste al hecho acaso más trascendental de su vida: volver a ser madre después de haber perdido a su único hijo. Patricio Martínez, en tanto, aparece como el esposo vencido, derrotado, descreído. Juntos conforman un matrimonio judío que abordan y construyen -de la mano de Pablo Leger-, brillantes y sólidos personajes que terminan dando vida a una historia llana, graciosa, sensible y en ocasiones, dolorosa.
Los padres de Patricia Suárez (autora de la dramaturgia), supieron tener un almacén de suelas en calle San Martín al 1200, de Rosario, y es ahí donde (empíricamente); transcurre la trama: es en ese local de venta de cueros, cordones, suelas, pomadas y reparación de muñecas donde a Tessy se le aparece la virgen para perturbar su vida -y la de su esposo-, diciéndole que será “madre de un rey”.
Y es ahí donde comienzan nuestras propias interpelaciones: ¿un hijo salido del vientre de una mujer de más de sesenta años? ¿justo ella, que perdió un hijo en un accidente hace más de veinte años? Y desde esas interpelaciones; los actores, el director y la autora nos invitan a emprender un maravilloso vuelo que aterrizará, finalmente, en una conclusión: los sueños son posibles, siempre y cuando estemos dispuestos a que se cumplan.
El género de esta obra podría enmarcarse en la “comedia dramática”, porque de la risa pasamos a la emoción sin escalas, pero cuando estamos cercanos al llanto, ocurre “algo” que nos devuelve a la carcajada sin escalas. Y eso es, justamente, el “tempo” que tanto Suárez desde la dramaturgia como Leger desde la dirección nos hacen sentir todo en todo momento.
Y como si todo lo anterior fuera poco, esa “Virgen del Colibrí” (el nombre que le adjudican se revela durante el transcurso de la obra); deja en claro que cuando el hijo aparezca, ellos -como devolución de la gracia-, deberán construirle una capilla. Pero esos esposos no tienen dinero. Un crédito, entonces, será el comienzo de todo… y también el fin.
“La Virgen del Colibrí” es una quimera, pero también es un llamado a atender nuestros sueños, a saber, que podría ocurrirnos a nosotros si nos permitimos soñar; sabiendo que esos sueños se cumplen en la medida que pongamos ímpetu en lograrlos. Leger aborda la puesta en escena como lo hace en sus trabajos: a través del minimalismo o despojo escénico, sin grandes pretensiones, pero con un exceso encantador de alegorías que nos reconcilian con el placer de ver buen teatro. De hecho, esta obra llega al Teatro Municipal La Comedia de Rosario en el marco de una impresionante gira nacional que los llevó a presentarse en más de 40 escenarios, y ganar el premio a la “Mejor obra de teatro” en el Festival de Larroque, Entre Ríos. La función está programada para el viernes 7 de junio a las 21, en el Teatro Municipal La Comedia (Mitre y Cortada Ricardone), con entrada libre y gratuita.