La Unión Obreros de la Metalurgia anunció un paro para el 5 de mayo a raíz del fracaso en las negociaciones paritarias. Los trabajadores pedían un aumento del 35% para compensar el incremento de la inflación, que no fue satisfecho en la oferta patronal. En la jornada de protesta se realizará una movilización al Ministerio de Trabajo y después, en caso de no solucionarse el conflicto, se continuarán con paros parciales y sorpresivos.
“En lo que va del año la actividad económica afecto seriamente a la metalurgia. Ya tenemos alrededor de 3 mil despidos y 9 mil suspendidos, afectados por programas de reducción de jornada laboral. Acá todavía no tuvimos grandes despidos, preocupa la situación porque las empresas bajaron la producción por la caída de las ventas. En Corven no hemos tenido grandes despidos. Hay un convenio que han pasado a Corven Motos 15 personas, para mantener a los trabajadores”, dice Diego Olave, tesorero de la UOM Venado Tuerto.
En el caso de Venado Tuerto, la crisis que atraviesa la economía todavía no impacta de lleno. El número de contratos no renovados no supera los índices regulares. Sin embargo, los delegados gremiales realizaron recorridas por distintas fábricas de la región donde detectaron una caída en la producción, lo que abre una serie de interrogantes sobre la situación a futuro. Empresas como Essen, Macellini, Sofama, Pincen y Corven, referencias industriales de la región, sufrieron una disminución en su actividad.
“En situación de programa de reducción de jornada laboral no hay ninguna, si bajaron la producción el 80% de las fábricas. Hasta ahora las ocho horas están garantizadas, pero hace seis meses atrás algunas empresas hacían horas extras. Si la producción baja, estratégicamente las empresas hacen lo que no hacen durante el año cuando hay grandes ventas”, agrega el dirigente obrero.
El proyecto para declarar la emergencia laboral y poner un freno a la ola de despidos fue respondido con la necesidad de cuidar las condiciones de inversión por parte del gobierno nacional. Las prioridades son las que están en tensión: si se cuida el interés de los trabajadores, que ven su fuente laboral en riesgo, o si se privilegia la salud de los empresarios, que pretenden mejorar las condiciones de rentabilidad y evitar afrontar las obligaciones con sus plantas de empleados.
“En este momento vivimos una situación que nos agarra dentro de las paritarias. Nuestro convenio venció el 31 de marzo. Lo que han ofrecido las cámaras patronales está muy lejos de lo que pretendemos. La prioridad la tienen las paritarias, después veremos las otras cuestiones”, cierra Olave.